Guerra interna en el Barça: «¿Mandas tú o mando yo?»

Los dos pesos pesados del área deportiva discuten por la planificación de la plantilla

Tensión en el Barça por los fichajes. El equipo juega con la gasolina justa esta temporada e interesa acudir al mercado de invierno. La plantilla se encuentra en una posición inmejorable en todas las competiciones, pero el exigente curso se hará largo con un fondo de armario tan corto. La dirección deportiva trabaja en la confección de una lista de posibles incorporaciones que para nada convencen a Luis Enrique. El técnico solo quiere a Nolito y la negativa de la cúpula ha generado algún rifirrafe entre las dos partes. No es el primero.

El área económica del Barça advierte de que las cuentas están en peligro por la elevada masa salarial del equipo de fútbol. Cuesta mucho dinero mantener a jugadores como Messi, Iniesta, Neymar y Luis Suárez. Precaución en la confección de la plantilla. Nolito vale 18 millones. Demasiado para el club en este momento que ni siquiera tiene atado un buen contrato de patrocinio para las próximas temporadas. Ante esta situación de riesgo real, la cúpula manda a su emisario, el director deportivo, Robert Fernández, con una lista de opciones de bajo coste para convencer a Luis Enrique.

Economía y orgullo

En una de las recientes (y habituales) conversaciones entre Robert y Lucho, el técnico espetó: «Bueno, ¿aquí mandas tú o mando yo?». El entrenador, molesto con las instrucciones que vienen desde arriba, volvió a insistir en que su única petición es Nolito. Que si no van a satisfacer su deseo, que no hace falta que le consulten nada. Nunca ha pedido a Kuyt, Van Persie, ni Lavezzi, por nombrar a algunos de los jugadores que le han ofrecido. Solo quiere al internacional del Celta.

El Barça se encuentra ahora en una encrucijada. Sabe que Arda Turan y Aleix Vidal estarán disponibles a partir de enero, pero conviene reforzar el ataque para dar descanso y/o relevo a la MSN (Sandro y Munir están muy verdes, según se comenta en los pasillos del Camp Nou). Los dirigentes deben decidir si ponen en peligro la economía (una venta en invierno rebajaría la tensión) y, en el caso del presidente, Josep Maria Bartomeu, su orgullo. Él sabe que fue el primero que dio puerta al hoy jugador del Celta en 2011, cuando ocupaba la vicepresidencia deportiva bajo el paraguas del huido Sandro Rosell. Recuperarlo, sería reconocer el error.