Guerra de clanes en el Real Madrid por el control del vestuario

Los cracks dejan al descubierto a Zidane

Batalla fría. La función de Zinedine Zidane en el Real Madrid va mucho más allá del terreno de juego. En un equipo en el que los cracks se cuentan a pares, la batalla de egos entre jugadores está servida. Este problema se magnifica cuando los teóricos titulares intocables no rinden al nivel esperado y no se consiguen los resultados. Los cuatro empates consecutivos recogidos por el equipo blanco en las últimas semanas, ha avivado un incendio que ya empieza a ser considerable.

El vestuario merengue comienza a reivindicarse. Y es que los líderes inalcanzables empiezan a caer por su propio peso tras un tímido inicio de temporada. La BBC está dejando mucho que desear en este tramo inicial. Se esperaba que la entrada de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema al equipo supusiera una marcha más hacia adelante en el conjunto, se confiaba en los astros para que revolucionaran la situación.

Sin embargo, estos deseos no se han cumplido y la realidad es que el cuadro de Zizou ha ido a menos. Únicamente Gareth Bale consigue salvarse. Ante esta situación, Zidane debía ponerse el mono de bombero e intentar apagar la llama. En cambio, el técnico francés se ha limitado a mantener a los intocables sobre el césped y no ha podido revertir la crisis de juego y de resultados.

Toman el mando

Por su parte, los jugadores ya toman la palabra. Tal como desveló Diario Gol el pasado sábado, fuentes internas del vestuario merengue informan de que la fuerza de Bale en el banquillo blanco cada vez es mayor. Los jugadores quieren recoger resultados, por lo que el galés gana adeptos a pasos agigantados. El de Cardiff es un futbolista muy regular, que no genera polémicas y que trabaja a destajo partido tras partido sin excusas. Por ello, según desvelan filtraciones madridistas, la llamada ‘clase media’ del equipo cada vez ofrece su apoyo más claro al delantero británico. Las incorporaciones más recientes y los jugadores con menos poder ven como Bale es el que tira sobre el césped, por lo que apoyan su liderazgo también en el vestuario. Lo hace la gran mayoría.

Contrariamente, Cristiano Ronaldo sigue teniendo sus adeptos inamovibles. El bando portugués y alguno de los veteranos con más fuerza, se sitúan al lado del de Madeira y le ofrecen su apoyo incondicional. Sus defensores dentro del equipo consideran que está pasando por un pequeño declive pero confían en su rápida recuperación. Por ello, se mantienen intactos a su lado y se niegan a incorporar a jugadores que actualmente tienen más ritmo. Volverá a brillar. Al parecer, Zidane también mantiene la fe en Cristiano, por lo que sucumbe a su poder dentro del cuadro blanco y no le retira del césped aun sabiendo que no está al 100%. El francés está en medio de esta batalla fría y, por el momento, no toma cartas en el asunto. Pintan bastos.