Griezmann marca condición a Joan Laporta para salir del Barça

Antoine Griezmann sigue siendo un jugador que genera debate tanto en el entorno del Barça como, sobre todo, en el seno del club catalán. Y es que, si bien es cierto que el delantero francés ha sido determinante en algunos momentos de la temporada, también lo es que su nivel no está a la altura de lo esperado.

Ojo, tampoco precisamente a la altura de su ficha, que es de 23 millones de euros por año. Una ficha de crack mundial que el galo no ha justificado de forma regular. Es cierto que tiene partidos buenos, pero también lo es que en muchos casos su presencia es intrascendente.

Cuando Joan Laporta se hizo con las riendas del club de nuevo tras ganar las elecciones, se marcó como una de sus prioridades renovar a Dembélé. Entre Griezmann y Dembélé, el presidente (y el vestuario) optan por el joven extremo, con mucho más recorrido y que ha demostrado este curso ser más determinante si está bien físicamente.

Griezmann condiciona su salida

En este sentido, no es ningún secreto que una de las prioridades de Laporta es aligerar la masa salarial de la primera plantilla. Los nombres que priorizan en la directiva respecto a las ventas en este sentido son Coutinho y Umtiti.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el valor de mercado del carioca y del francés no es que sea muy alto, en la directiva veía en Griezmann una muy buena manera de ganar millones con su ventas y de paso sacarse de encima una ficha top.

El problema, cuentan desde el entorno del club, es que el delantero ha puesto una condición indispensable para facilitar su salida: mantener su ficha actual en el club donde aterrice.

Eso implica, indudablemente, que el Barça deberá dejar salir a Griezmann por menos de 60 millones de euros, la cifra que tenía en mente Laporta para que así el club que lo fiche pueda cumplir con las exigencias del delantero.

De momento son varios los grandes de Europa que se han interesado en él, entre ellos el Manchester City, el Manchester United, el PSG y la Juventus. Clubes poderosos económicamente pero que querrán sacar tajada de las necesidades económicas del Barça.