Florentino Pérez tapa el lío que  tiene montado Zidane en el vestuario del Real Madrid

Al míster se le escapa de las manos el jaleo entre algunos jugadores

Por muy poco. El Real Madrid estuvo a punto de tropezar en El Sadar ante el Osasuna. El tanto de Cristiano Ronaldo casi se queda corto después del empate de Sergio León. Por suerte aparecieron Isco Alarcón y Lucas Vázquez para sentenciar en el tramo final del partido. Si fuera por los que tienen que dar la cara…

Los goles fueron algo más que salvar al equipo en Pamplona. Para Isco y Lucas fue casi una liberación. Una corroboración de lo que reclaman desde hace semanas.

Karim Benzema está muy lejos de lo que tiene que dar el delantero centro del Real Madrid. El pasado sábado estuvo de nuevo perdido, hasta que Zinedine Zidane se dio cuenta de que el delantero no está para solucionar partidos.

La presencia de Cristiano Ronaldo tampoco le ayuda. El luso tiene a caer cada vez más en el centro y termina desplazando a Benzema.

Pérdida de confianza

Pero tampoco el ariete hace nada para remediarlo. Sabe que no es decisivo y se aparta. Al final sus compañeros ya no solo sienten que no les ayuda, sino que es como si no estuviera.

La indignación de Alarcón y de Vázquez no es la única. Álvaro Morata sigue sin entender porque el galo no le cede la titularidad. Cree que se la ha ganado con creces, y de hecho sus números así lo indican.

El canterano suma 10 goles y cuatro asistencias en 27 apariciones. Casi todas ellas desde el banquillo. Más concretamente, Morata ha disputado 1.172 minutos esta temporada y ha marcado un gol cada 117 minutos. Karim suma 12 goles y seis asistencias, pero en 1.829 minutos. Es decir, ve puerta cada 152 minutos.

Indignación

El grupo de españoles del vestuario apoya a Morata y no comprenden que Zidane siga confiando en su compatriota. Saben que es el privilegiado del entrenador, pero todo tiene un límite y los títulos están por encima de cualquier jugador.

Florentino Pérez piensa lo mismo. Es consciente de que Benzema está de vuelta. Pero algún capricho debe concederle al entrenador. Ya le marca suficientemente las pautas como para prohibirle que alinee al ‘9’ madridista.

Prefiere callar, esconder la que hay montada en el vestuario y esperar. El presidente prefiere no sacar los trapos sucios. Ya será la opinión pública la que acabe quitando la razón al míster. Zidane y su súbdito se quedan solos.