Florentino Pérez prohíbe hablar de la tomadura de pelo más bestia como presidente del Real Madrid 

El máximo dirigente no olvida el fiasco de una contratación sonada  

Florentino Pérez está encantado con su política de fichajes. Con su apuesta por futbolistas mediáticos y otros complementarios con una gran proyección. Cristiano Ronaldo y Gareth Bale forman parte del primer grupo. Casemiro, del segundo. Pero no todos son aciertos en la casa Blanca y el presidente no olvida su mayor fiasco: la contratación de Lucas Silva. Del brasileño no se puede hablar en las oficinas del Bernabéu.

Juni Calafat, hombre de confianza del Madrid en el mercado brasileño, recomendó el fichaje de Lucas Silva a finales de 2014. Meses después de que se marchara Xabi Alonso, Carlo Ancelotti buscaba un mediocentro. Un futbolista que equilibrara a un equipo con mucho talento y menos capacidad de sacrificio. «Presi, le vamos a traer al nuevo Sergio Busquets«, le comentó Calafat al máximo dirigente.

Fracasa en Marsella

Florentino Pérez, que de fútbol y tácticas entiende muy poco, activó entonces la operación Lucas Silva y pagó 14 millones de euros al Cruzeiro. Ancelotti le hizo debutar el 13 de febrero contra el Deportivo, pero muy pronto renunció al jugador brasileño, muy poco consistente en labores defensivas.

Ancelotti puso la cruz a Lucas Silva y Rafa Benítez pidió el fichaje de Kovacic unos meses después. El brasileño fue cedido al Olympique de Marsella para que tuviera más protagonismo, pero el mediocentro jugó muy poco en Francia. De regreso al Bernabéu, poco se sabe de él. No cuenta para Zinedine Zidane y Florentino Pérez, desesperado, busca una salida.

El considerado nuevo Busquets ha sido el gran fiasco de Florentino Pérez en los últimos años. En el Bernabéu nadie se atreve a hablar del brasileño al presidente.