Florentino Pérez pide a una estrella en la operación salida de Gareth Bale 

El presidente quiere aprovechar la salida del galés

Llegó hace cuatro años por un precio estratosférico. Los 101 millones de euros -91 según la versión del Real Madrid- parecieron amortizarse la primera temporada.

El gol en la final de la Copa del Rey humillando a Marc Bartra y su remate de cabeza en la final de la Champions League contra el Atlético fueron fogonazos en momentos muy especiales. Apariciones que contentaron a la grada e hicieron olvidar sus irregulares actuaciones.

Los años posteriores, sin embargo, han derivado en un Bale que no justifica ser el fichaje más caro del Real Madrid. Llegó para ser el sustituto de Cristiano Ronaldo y no ha cumplido.

El constante problema para buscarle un encaje en el esquema, sus lesiones y la constatación de que el equipo juega mejor sin un miembro de la BBC pueden sacar a Bale del Bernabéu. Florentino tiene ofertas y maniobra para ejecutar un doble golpe de efecto.

El destino sorpresa

El Paris-Saint Germain está sonando como destino de muchos grandes jugadores este verano. Quieren pegar un golpe sobre la mesa en el mercado y buscan a la figura que les de ese extra en Europa.

Según informa el diario francés Le Parisien, el club dirigido por Unai Emery anda al acecho del once madridista. Saben que Bale podría ser un referente en París como ya lo es para su selección.

Tientan al jugador con la promesa de ser el máximo referente en un equipo que jugaría para él. Después de años condenado a la banda derecha del Real Madrid, el galés sueña con moverse libremente por el centro de ataque como ya hace en el combinado de su país.

El jugador que tiene la llave

Florentino Pérez sabe que el PSG no pagará los 100 millones de euros que el ingresó en la cuenta del Tottenham.

Después de un año lesionado, Bale puede salir por 80 millones. Pero el presidente del Madrid tiene una contraoferta. Pide 60 millones y a Verratti.

Sabe que si se consuma la operación estaría matando dos pájaros de un tiro. Le arrebataría un fichaje clave al FC Barcelona, equilibraría la plantilla de Zinedine Zidane y recuperaría el dinero invertido por Bale. Una jugada maestra.