Florentino Pérez lleva muy mal (¡pero que muy mal!) que le recuerden esto del Barça  

El presidente hace balance del año 2016 del Real Madrid

¡Mira hacia otro lado! Florentino Pérez compareció el pasado martes ante las cámaras para hacer balance de este año 2016. A falta de diez días para que las campanadas dejen atrás este año y den paso a 2017, el máximo mandatario blanco quiso hacer un repaso de la temporada merengue.

Muchos cambios vividos, períodos altos y otros bajos, la llegada de Zinedine Zidane al banquillo madridista; el curso ha sido largo en el Santiago Bernabéu. El 2016 no ha sido un año para tirar cohetes en el Madrid, aunque cierto es que han salvado bien un año que parecía más que gris.

Con la Undécima, el Mundialito de Clubes y la Supercopa de Europa en bolsillo, el mandamás merengue sacó pecho e hizo un balance más que optimista.

«El Madrid vive uno de los mejores momentos de sus 114 años de historia«, aseguró Florentino. Además, también aprovechó para recordar: «En fútbol hemos conseguido la triple corona internacional».

Efecto boomerang

Este alarde enorgulleció al madridismo, pero sin embargo, encendió la llama de los barcelonistas. El presidente blanco remarcó aquello que consideró necesario, ‘olvidando’ las cifras de su eterno rival.

Mientras que en la segunda etapa de Florentino en el palco del Madrid se han conquistado 10 títulos, el Barça puede presumir de 21 trofeos en la misma etapa.

El club madrileño se ha hecho con una Liga, dos Copas, una Supercopa de España, dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de Clubs y dos Supercopas de Europa. 

Por su parte, los culés presumen de un balance mucho más positivo. Cinco Ligas, tres Copas, cinco Supercopas de España, dos Ligas de Campeones, tres Supercopas de Europa y otros tantos Mundiales de Clubs. 21 en total.

El mandamás merengue no barajó la posibilidad de que su exacerbado optimismo resultará ser un efecto boomerang.

Mientras que sacó pecho para celebrar la buena racha del Madrid, olvidó hacer autocrítica aceptando que el Barça les ha pasado la mano por la cara. Hubiese sido mucho más realista, pero no quiere ni oír hablar de estas cifras.