Florentino Pérez entra en trance en Wolfsburgo

El presidente del Real Madrid pierde los nervios ante el esperpéntico espéctaculo

Florentino Pérez vivió en Wolfsburgo una de sus peores noches como presidente del Real Madrid. Entró en trance. Quedó bloqueado ante el espectáculo ofrecido por los jugadores a los que paga millonadas y mima en demasía. Alucinó con el desmoronamiento del equipo. Toda la alegría que le provocó el 1-2 en el Camp Nou terminó por los suelos.

El Madrid fue incapaz de doblegar a la Cenicienta de los cuartos de final de la Champions. A un equipo que deambula por la Bundesliga. A un rival con la defensa muy lenta, pero que puso calidad y mucha fe para derribar al club de fútbol más rico del mundo. Florentino alucinaba. Precisamente por eso, porque las expectativas eran muy buenas y había cierta sensación de sobradez en el ambiente, el palo fue mayor.

Florentino sabe que se le viene una buena encima si el Madrid no remonta la eliminatoria. La estadística dice que lo tiene en japonés. Siempre le quedaría como consuelo que al menos un madridista estará en semifinales: el presidente del Wolfsburgo, Francisco Javier García Sanz.