Florentino Pérez desmonta a Gerard Piqué en los corrillos del Santiago Bernabéu

El presidente del Real Madrid alucina con el poder que tienen los jugadores en el Barça

Florentino Pérez siempre ha sido pragmático. Mira por el equipo, pero sobre todo, por el negocio. Lo importante es que el Real Madrid siga generando dinero. Y si para ello tiene que aplicar la teoría de la mano dura, se aplica sin problemas. Nadie manda más que él en el Madrid y así se encarga de hacérselo saber a todo el mundo. Como hizo en su día con Jorge Mendes.

El presidente blanco se parte de risa con los ‘pollos’ que se lían en el Barça. Alucina son la falta de autoridad de la junta directiva que preside Josep María Bartomeu y con como los jugadores hacen y deshacen a su antojo. Dicen lo que quieren, cuando quieren y nadie les para los pies. Ocurría con Dani Alves, ocurre con Leo Messi y Neymar y, muy especialmente, con Gerard Piqué.

Peca de ingenuo

Florentino ha desmontado a Piqué en los corrillos del Bernabéu. Cree que su comportamiento es propio de un niño que tiene aspiraciones muy altas y cree que todo será siempre tan bonito, aún cuando se retire del fútbol. En el Madrid entienden que Piqué es un caso perdido, víctima de sus ansias de protagonismo y esa animadversión enfermiza hacia el Real Madrid.

Al mandamás blanco le cae bien Piqué. Lo ha dicho en alguna ocasión. Y le hizo especial gracia el comentario sobre Eduardo Inda, al que bautizó como «marioneta de Florentino«. Pero cree que todavía es muy inocente: manchar la previa de un Barça-City con el nombre de Florentino y la campaña de publicidad que hizo a Inda es de ingenuos. Y lo mejor es que nadie le pone freno.