¡Estalla la bomba Messi! No lo soporta ¡y pide a Bartomeu que lo venda! Titular del Barça

A simple vista, uno diría que la temporada que estaba firmando el FC Barcelona hasta el parón por la crisis del coronavirus era satisfactoria. El Barça andaba primero en la Liga y tenín encarrilada la clasificación para los cuartos de final de la Champions League. El 1-1 cosechado conta el Nápoles en San Paolo daba una ligera ventaja a los de Quique Setién de cara al partido de vuelta.

La única nota negativa sería que los blaugrana cayeron en los cuartos de final de la Copa del Rey. Pero teniendo en cuenta que los últimos 5 años llegaron a la final de la competición y que este año estrenaba formato, puede ser considerado aceptable. Tampoco era normal que durante cinco años consecutivos llegaran a la final de la competición con tanta facilidad.

La peor temporada en años

Pero la realidad era otra bien distinta. Sobre el papel, los culés estaban firmando la peor temporada de los últimos años junto con la 2013-14 con el Tata Martino, o la 2016-17, la tercera de Luis Enrique. Tanto en cuanto a los resultados del equipo como respecto al juego desplegado. Un bajo rendimiento que deriva de la actitud cuestionable de varios jugadores.

Algo a lo que se refirió Eric Abidal durante la famosa entrevista concedida a Mundo Deportivo en la que dijo que algunos jugadores “no entrenaban bien” con Ernesto Valverde y que terminó aquel mensaje de Leo Messi en el que reclamaba que dijera nombres. En este sentido, fueron muchos los jugadores ofendidos que no opinaban igual que el director deportivo.

Ter Stegen exige más

Sin embargo, hay un futbolista que sí piensa igual que el secretario técnico francés: Marc-André ter Stegen.

El rendimiento del meta era una de las razones por las que el Barça todavía mantiene el tipo. El germano, a sus 27 años, estaba firmando otra temporada espectacular. En 25 partidos disputados acumulaba una media de 1,2 goles por partido y de 2,2 paradas por encuentro. Además, paró un penalti, firmó siete partidos con la portería a cero y dio hasta dos asistencias de gol.

Ter Stegen, decepcionado

Además, su compromiso con el club es algo ejemplar. Desde que el meta llegó ha rendido al máximo, y se ha adaptado a la Ciudad Condal como si llevara toda la vida en Barcelona. Y es que Marc-André es actualmente, junto a Frenkie de Jong, una de las pocas esperanzas que tiene la entidad culé en la actualidad.

Pero su actitud contrasta con la del resto de la plantilla. Cuentan desde la capital catalana que el meta andaba muy mosqueado con el ritmo de trabajo en los entrenamientos. Y también con las pocas sesiones que se llevaban a cabo.

Una dinámica marcada por las decisiones de pesos pesados como Leo Messi, Gerard Piqué, Sergio Busquets o Jordi Alba, a los que apuntan que no les va eso de realizar dobles sesiones, como tampoco que el ritmo de los entrenamientos sea demasiado alto. Un bajo nivel de trabajo y exigencia que tiene muy molesto a Ter Stegen, que considera que los malos resultados son producto de estas pocas ganas de trabajar.

Ter Stegen, que no entiende así el fútbol. No comparte esas ideas con Messi y compañía. Y empieza a existir cierta división en el grupo azulgrana entre el alemán y el resto. Porque no ve que el comportamiento de sus compañeros vaya a mejorar en los próximos meses.

Ter Stegen reclama una muestra de cariño

Los responsables del club son conscientes de que necesitan a alguien como Ter Stegen en la plantilla. Un jugador exigente consigo mismo que dé ejemplo a los demás, y que además tenga una larga proyección por delante. Y es que a sus 27 años (cumple 28 el 30 de abril), es una de las apuestas más seguras del club en la actualidad.

Por eso habían aceptado sentarse a negociar su mejora de contrato antes del parón por el coronavirus. El portero quería un reconocimiento y los dirigentes estaban estudiando su mejora.

Frenazo a la renovación

Pero la evolución de las conversaciones se han quedado en stand by. Las negociaciones actualmente están rotas. Y apuntan desde el entorno del club que los pesos pesados tienen que ver en el asunto.

El que Ter Stegen no comparta su forma de ver con Messi y el núcleo duro ha generado cierta división en el vestuario. Tanto como para que Josep Maria Bartomeu haya frenado su renovación y como para que Ter Stegen se esté planteando aceptar alguna de las ofertas que tiene sobre la mesa y le pida al presidente que le venda.

Y ojo, porque entre las opiniones que corren sobre el cancerbero entre los pesos pesados y las necesidades económicas del club, en los despachos se están planteando seriamente quitar del medio a un Marc-André que no está demasiado bien visto en el vestuario.