Han rivalizado dentro y fuera del campo. La relación entre Gareth Bale y Cristiano Ronaldo parece ser como un balancín. Cuanto más arriba está uno más abajo queda el otro.
Con la explosiva noticia de la marcha de Cristiano Ronaldo el galés podría erigirse como la figura del club blanco. Bale alejaría la alargada sombra de Ronaldo y podría jugar en su posición ideal. Sólo tendría que luchas contra sus lesiones.
El momento con el que soñó al firmar por el Real Madrid llegaría cuatro temporadas después de su llegada. Pero el once blanco no está tan seguro de la marcha del siete.
Las fuentes de Bale en Manchester le aseguran que el United no pretende fichar al luso. «Es mentira», se habría comentado en alusión a la oferta del club de Jose Mourinho.
De llegar una oferta por Cristiano, el prefijo del fax sería francés. Sólo el Paris-Saint Germain está realmente interesado para elevar su competitividad a corto plazo.
Cuestión de preferencias
Otro de los motivos que el entorno del galés esgrime es que el United preferiría contratar al propio Bale.
Saben que la Premier League sería el terreno ideal para el físico del extremo, y su imagen como ícono en el país del Brexit sería mucho más fuerte.
El perfil técnico de Gareth se adaptaría perfectamente al gusto de Mourinho. Un jugador rápido y físico que se puede convertir en un puñal a la contra.
Bale contempla con calma como se le puede despejar el camino del liderazgo en el Bernabéu. Es la hora del relevo generacional. Pero no da mucho crédito a las palabras del portugués. Si no acabara saliendo, tal vez deba hacerlo él.
