Error imperdonable de Florentino Pérez con el fichaje que confirmó Zidane para el Real Madrid

El crack mundial que Zidane recomendó a Florentino Pérez y que el presidente dejó escapar

Florentino Pérez y Zidane
Florentino Pérez y Zidane

Es muy probable que, por mucho que Florentino Pérez y buena parte del madridismo disfrutaran ayer con la derrota del Manchester City de Pep Guardiola en la final de la Champions League, seguro que el presidente debía estar lamentándose por dentro al ver a un jugador en concreto.

Un crack que Zidane, desde el primer día en el que se puso al mando en su segunda etapa en el club blanco, le había pedido por activa y por pasiva: N’Golo Kanté. El francés fue elegido de forma más que meritoria teniendo en cuenta el gran partido que jugó, MVP de la final.

El error de Florentino Pérez

Es evidente, y así lo aseguran en el Madrid, que no todas las decisiones o propuestas de Zidane a lo largo de sus años como entrenador han sido acertadas. Fue el galo el que apostó por Hazard o Jovic y el que dejó escapar a Reguilón o Achraf, entre otras decisiones que se han comprobado más que erróneas.

Sin embargo, Florentino no tiene problemas en aceptar en privado (ojo, nunca en público) que se equivocó no haciendo caso a Zidane y no yendo con todo a por un Kanté que el técnico galo había puesto encima de la mesa incluso por delante de Paul Pogba.

Ahora Kanté, un tipo humilde y que se ha ganado el respeto y el cariño del mundo del fútbol por su carácter, puede presumir de tener un palmarés más que envidiable teniendo en cuenta que ha ganado la Premier, el Mundial, la Europa League y la Champions League, entre otros trofeos.

Evidentemente, ahora que es una de las piezas claves del Chelsea, como lo fue en su día del Caen o del Leicester, los del Londres ya han dejado muy claro que el galo no se mueve de la capital británica. 

Es cierto que a sus 30 años Florentino ya no lo ve como un fichaje estratégico, pero se arrepiente de no haber ido con todo a por él hace dos o tres temporadas, cuando aún tenía muchos años por delante. Un error imperdonable que, eso sí, el presidente nunca admitirá en público.