Empleados del Barça siguen trabajando para Pep Guardiola a espaldas del club

El técnico del Bayern mantiene a fieles en la entidad que le pasan informes de jugadores, tanto para él como para su hermano, el representante Pere

Pep Guardiola nunca se fue del Barça. Lo hizo físicamente, pero su figura todavía tiene mucha influencia en el club. Tanta, que el entrenador más laureado de la historia de la entidad (con la inestimable ayuda del malogrado Tito Vilanova) mantiene en las entrañas del organigrama deportivo azulgrana a algunos fieles que la pasan informes de las perlas de la la Masía. El entorno del técnico de Santpedor sigue en contacto con algunos responsables del fútbol formativo. Unos topos que pueden dinamitar el Barça del futuro.

Guardiola salió por la puerta grande por los éxitos cosechados, y abrió una herida incurable con Tito Vilanova por aceptar éste su puesto, ofrecido por la directiva de Sandro Rosell. Pep, de la cuerda de Joan Laporta, jamás tuvo sintonía con Rosell, quien se encargó de pasar la escoba para limpiar todo lo que estaba impregnado de la esencia guardiolista. El ex presidente, no obstante, olvidó un reducto que, fiel, informa puntualmente al técnico sobre los jugadores que destacan en las categorías inferiores y que pueden interesarle para sus equipos. Sea el Bayern u otro destino. O, en otra línea, ponen en alerta al hermano del técnico, el representante de futbolistas Pere Guardiola, para que eche un vistazo a las promesas. Todo queda en casa.