El vestuario encumbra a Luis Suárez: marca, asiste, no pide plata y no tiene celos de Messi

El delantero azulgrana es el referente del equipo por su comportamiento y sacrificio

Luis Suárez es el espejo en el que todos se miran (o deberían hacerlo) en el Barça. El vestuario encumbra al delantero por su actitud desde el primer día. Es de los pocos jugadores que corre en cualquier situación. En las buenas, y en las malas. Marca. Asiste. No habla. No tiene celos.

La presencia de Suárez fue muy importante para fijar el triplete de 2015. Comenzó a jugar a media temporada, por la sanción impuesta por la FIFA por su mordisco en el Mundial, y salió a por todas desde el primer segundo. Marcó 43 goles en su primera (media) temporada y dio 24 asistencias. Su póker de aciertos y triplete de pases de gol en Riazor confirman su carácter.

Las claves

Con 48 goles y 25 asistencias, Luis Suárez ya ha mejorado los registros del curso 2014-15. Marca y asiste como el que más en el Barça actual. Su carácter peleón, que le viene de su difícil infancia, no le resta clase fuera de los terrenos de juego. Llegó al Camp Nou asumiendo que era el tercer delantero. Ahora tiene números de primero. Ni siquiera en esta situación, y viendo que sus compañeros (especialmente Ney) exigen más dinero, él presiona al club. Aunque todo se andará.

La mayor virtud de Suárez, sin embargo, es la buena relación que tiene con Leo Messi, clave para el ambiente del vestuario. Son amigos. Nada de celos. Luis sabe que el 10 lleva el 10 por algo, porque es el número uno, el mejor de la historia. Está de vuelta de todo. Disfruta en Barcelona al lado del D10S sus últimos años como futbolista. No puede pedir más.