El SOS de La Masía llega al vestuario del Barça

En el seno de la plantilla ven como tiemblan los cimientos del futuro

Luis Enrique Martínez ha demostrado que es un buen entrenador. Capaz de gestionar con cierta solvencia un equipo plagado de estrellas. Mejor o peor, con más o menos empatía, pero líder al fin y al cabo. Eso sí, con permiso de Leo Messi –»aquí manda el jugador», dijo en relación a la disponibilidad de Messi para el partido contra el Celtic–, auténtico mandamás del club. Pero para ser un entrenador excelente no basta con ganar y gestionar el vestuario. También es importante empezar la construcción de un equipo de futuro.

Y es en este punto donde se tambalea Luis Enrique, un entrenador que en tres años ha visto como se iban más de 15 jugadores formados en la cantera. El técnico, para salvar la situación, ha tirado de cartera. Los seis fichajes realizados este verano están llamados a dar un salto cualitativo al equipo. Pero, sobre todo, están pensados en clave de futuro.

Sin embargo, los pesos pesados en el vestuario tienen dudas. Ven que ya no llegan Iniestas, Piqués, Busquets, Xavis… Y mucho menos un nuevo Messi. En La Masía ya no se fabrican jugadores de talento infinito. Y si sale alguno, Lucho tampoco le ofrece las oportunidades necesarias para tirunfar. Cosa que sí que hizo Guardiola, tanto en el Barça, como en el Bayern: Joshua Kimmich y Kingsley Coman son los mejores ejemplos.

El Barça del futuro no convence

El Barça de Luis Enrique es un equipo ganador, de presente. Pero si en el futuro tienen que sostener el equipo los recién llegados, peligro. Son buenos jugadores, algunos de ellos con mucha poyección, como Umtiti, pero suplir a los que ahora tienen por delante parece una utopía.

Esta podría ser la alineación del Barça del futuro a falta de dos jugadores: Ter Stegen, Sergi Roberto, Samuel Umtiti, Lucas Digne, André Gomes, Denis Suárez, Rafinha, Paco Alcácer y Neymar.