El Real Madrid saca los colores al Barça con la celebración de la undécima Champions

El club que preside Florentino Pérez si cuida todos los detalles para compartir los éxitos con los aficionados

Lección al Barça. El Real Madrid celebró la undécima como toca: con la afición, en Cibeles, solo poner un pie en Madrid. La fiesta que empezó en San Siro se alargó en la capital de España donde los jugadores dieron la cara para compartir el trofeo con el madridismo.

Poco importó a los cracks del Real que llegaran sin pegar ojo después de una noche de festejos con retraso en el vuelo de vuelta. Poco importó que lloviera en Madrid. Los futbolistas blancos no se borran.

Modelos contrastados

Arbeloa lideró la decisión de hacer la rúa hasta Cibeles con autobús descapotado a pesar de la lluvia que caía a primera hora de la mañana en la capital. Los jugadores del Madrid no se escondieron en la planta de abajo. Lideraron la comitiva aún y el mal tiempo para llegar a Cibeles, colocarle la bufanda a la diosa y explotar con los seguidores. 

Una imagen que contrasta con la ofrecida por la plantilla del FC Barcelona en las dos celebraciones del presente curso. El grupo prefirió dejar al aficionado sin rúa para irse de celebración privada al Hotel W la noche de la victoria de la Liga en Granada.

Desgana y ausencias

En la comitiva del día siguiente los grandes cracks no se dejaron ver en la parte superior del autocar hasta el tramo final ante la indignación de los presentes. Hasta cinco jugadores se borraron de la fiesta final por el doblete en el Camp Nou. La desgana con la que algunos dieron la vuelta de honor al campo el día de las celebraciones lo resume todo.