El problema (mayúsculo) que deja el cierre de mercado en el Real Madrid

Zidane tendrá problemas para gestionar la situación 

Punto y final. Tras unos meses agitados de mercado de fichajes estival, finalmente se ha bajado la persiana. El Real Madrid ha tenido tiempo suficiente para perfilar su plantilla con nuevas entradas y forzando salidas, pero sin embargo, los movimientos han sido mínimos. Más allá de la recompra de Álvaro Morata a la Juventus y del regreso de Marco Asensio del Espanyol, el marcador del club blanco se ha quedado a cero. Florentino Pérez lo ha intentado por todos los medios, pero al final no ha podido ser.

El vestuario que le ha acabado quedando a Zinedine Zidane presenta un grave problema para el cuerpo técnico. Y es que no salen los números, no caben todos en el banquillo. Como ya publicó GOL, el entrenador francés le pidió al mandamás merengue que buscase una salida para alguna pieza del centro del campo. Y es que la superpoblación de disponibles para la medular es preocupante. En este sentido, Zizou puso en la palestra a Isco Alarcón y a James Rodríguez, pero sin embargo, ninguno de los dos ha levantado el vuelo del Santiago Bernabéu.

Se avecinan curvas

Cuando regresen Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, el técnico madridista tendrá que damnificar semana tras semana a algún crack. Y es que algún jugador de primer nivel se tendrá que limitar a ver el partido desde el palco, ya que no todos caben en la recámara. Solo siete jugadores pueden ocupar el segundo plano. Con Kiko Casilla, como portero suplente, Álvaro Morata y Lucas Vázquez, como sustitutos de la BBC y Danilo y Varane, como suplentes para la zaga defensiva, las vacantes se quedan en dos.

Para estos dos asientos vacíos, Zizou tiene cuatro opciones: Kovacic, Isco, James y Asensio. Y es que sea como sea, tendrá que dejar a dos grandes futbolistas fuera de la convocatoria, ya que solo podrá incluir dos fichas para la medular. Por lo tanto, si ningún jugador se lesiona, dos centrocampistas verán semana tras semana el partido desde el palco. Esto enciende la llama en el vestuario madridista, ya que Zidane lo tendrá más que difícil para gestionar esta situación. Se avecinan curvas.