El caso Neymar se calienta. El clan brasileño sigue jugando a varias barajas ante la cara de sorpresa de un Barcelona que ha mandado refuerzos a Brasil -Raúl Sanllehí- para salvar el ridículo. El entorno de ‘Ney’ es claro: las opciones que llegan de fuera mejoran a todo nivel el documento pendiente de firma que el Barcelona pone sobre la mesa del clan. Desde el entorno el jugador afirman que las dudas -la continuidad de jugador en el Camp Nou está ahora mismo al 50%- no es solo cuestión de euros, que también. En el caso Neymar el principal argumento que esgrime el clan es deportivo.
El ‘papá’ del ’11’ del Barça tiene prisa. En las negociaciones mantenidas con el club un nombre se ha puesto sobre la mesa en infinidad de ocasiones: Leo Messi. El gran problema de ‘Ney’ en el vestuario. La sombra del argentino es alargada. El progenitor del brasileño sigue viendo a Leo como una amenaza para los objetivos de la ‘familia’: colocar a Neymar en lo más alto del fútbol mundial hoy mejor que mañana. La gran obsesión del clan es el Balón de Oro. Ser el número uno. Una opción que en el Barcelona colisiona con Messi. Mientras PSG/United construyen un proyecto en torno a la figura del crack, en el Barça hay que pagar peaje: el ’10’ corta el bacalao.
Una realidad sabida y repetida como un latiguillo por el entorno al futbolista hasta hacer mella. Si Neymar ha sido hasta la fecha el gran defensor de la opción Barça, ahora las tornas giran. Su distanciamiento de Messi, la salida de Alves/Adriano/Douglas, sus grandes apoyos en la caseta, y la sensación de que el proyecto Barça ha tocado techo, que lo mejor se vio y que la falta de un relevo generacional de campanillas con jugadores clave en posiciones clave pueden lastrar al equipo, tienen al clan en alerta.
Clubes como PSG/United/Real Madrid se dibujan como los nuevos ‘capos’ del fútbol europeo. Equipos que están renovando las plantillas sin mirar el euro y que buscan una estrella que capitalice la inversión. Neymar es el elegido.
