El niño mimado de Florentino Pérez es un problema bestial: «Va de estrella de rock»

El crack se convierte en el error más grande del presidente

Martin Odegaard llegó en el 2014 como la gran promesa europea. La nueva sensación. Se ofreció a los grandes de Europa y finalmente el Real Madrid se hizo con sus servicios. Tres años después de descubrió que el ‘chaval’ no va.

El verano pasado se fue cedido al Heerenveen, de la Eredivise. El jugador tendría las oportunidades necesarias en una liga y un equipo menor para demostrar si realmente es el jugador que prometía ser. Nada más lejos de la realidad.

Aventura fallida en Holanda

La prensa holandesa se le tiró encima recientemente después de una mala racha del equipo de seis partidos sin ganar. Justo los que Martin Odegaard fue titular. En uno de ellos, además, el equipo cayó eliminado de la Copa.

Cinco derrotas y un empate que acabó con la paciencia de los expertos holandeses. El Heerenveen estaba firmando una excelente temporada (pese a no ganar siguen sextos) pero la incursión del danés en el once torció la trayectoria del equipo.

Para más inri, su salida del once ha devuelto la sonrisa a los aficionados. El equipo suma dos victorias en los últimos dos encuentros.

No pintaba bien

Las sensaciones que dejó en el Castilla no fueron nada buenas. Rajaba contra sus compañeros y cuestionaba su calidad. «Iba de divo, de estrella del rock», aseguraron algunos jóvenes de La Fábrica.

Fue el fichaje capricho de Florentino Pérez, pero no funcionó. Zinedine Zidane no le quiso en el filial y el tiempo le ha dado la razón. 

Fue salir del Real Madrid, poner un pie un Holanda y empezar los problemas internos por un ego, el de Martin, que va camino de ser su cruz, según explica la prensa holandesa. 

Odegaard debe regresar al Madrid en junio del 2018. Visto el panorama, puede que antes. Veremos qué deciden hacer los responsables blancos. Su continuidad en Chamartín se antoja muy difícil.