El mensaje lapidario de Claudio Bravo al vestuario del Barça en su despedida

El portero cuenta a sus compañeros los motivos que le llevan marchar con Pep Guardiola

Pep Guardiola le convenció desde el primer momento. No hay duda. El técnico catalán tiene un discurso perfectamente hilado y sabe ser muy convincente. Lo hizo con Nolito, que no dudó ni un segundo en desechar la proposición de Luis Enrique y ahora los mete a pares en el Manchester City. Lo mismo le ocurrió a Claudio Bravo. Es una decisión estrictamente deportiva.

El portero chileno sigue en Barcelona y este lunes, ya con la resaca de la goleada frente al Betis superada y con los cientos de rumores que corren completamente aireados, dio explicaciones ante toda la plantilla, según ha podido saber GOL. Contó los motivos de su marcha y que no se hará efectiva hasta que se cierre la contratación de Jasper Cillessen, guardameta del Ajax. Pero parece inminente. 

Bravo deseó mucha suerte a sus compañeros dando a entender que el del Betis fue su último partido con la camiseta del Barça. Como mucho jugaría uno más, contra el Athletic Club el próximo domingo, si no se desatasca antes la situación con Cillessen. Algo altamente improbable. Pero más allá de los elogios y abrazos procedentes en toda despedida, hubo un mensaje lapidario.

Vientos de cambio

El chileno cree que empieza un nuevo ciclo futbolístico en Europa, concretamente en la Premier. Y él quiere formar parte de ese duelo que se avecina nuevamente entre Guardiola y Mourinho. Van camino de ser los dos equipos más poderosos en el medio plazo. A nivel personal, Bravo lo jugará todo: Premier y Champions, cosa que Luis Enrique nunca le ofreció. A nivel colectivo, cree que también lo ganarán todo, por encima, incluso, del Barça.

Probablemente, parte de este mensaje se la transmitió Guardiola: «Vienen tiempos de cambio. La hegemonía del fútbol español no durará mucho». El Barça lo tendrá cada vez más difícil para volver a ganar la Champions y, en España, el Madrid crece a un ritmo imparable. El doblete del Barça este curso podría ser la última gran alegría de los azulgrana si no se corrigen ciertas cosas. Por detrás ya no vienen grandes cracks para suplir a los actuales, y la cantera está estancada. Alerta, Barça.