El mensaje de Messi en el vestuario del Barça que deja en ridículo a Cristiano Ronaldo (y al Real Madrid)

El argentino anotó un hat-trick ante el Espanyol y dio el liderato a los de Valverde

Tres jornadas. Es el tiempo que ha necesitado Leo Messi para devolver al FC Barcelona a lo más alto de la clasificación de LaLiga. El argentino fue el autor de los primeros tres goles de la manita que los de Ernesto Valverde le endosaron al Espanyol de Quique Sánchez Flores.

Le costó al principio al Barça adaptarse a un sistema diseñado por el Txingurri que renunciaba a la banda izquierda y concentraba a los delanteros en la derecha del ataque. Pero fue cuestión de tiempo que Messi leyera los mecanismos que necesitaba el equipo para fulminar a los pericos.

Ya en la segunda parte Gerard Piqué y Luis Suárez redondearon un marcador que da alas a los culés antes de recibir a la Juventus de Turín el próximo martes en el Camp Nou.

Victoria vital

La victoria de hoy, después el parón por compromisos internacionales era sumamente importante para completar un buen inicio de la temporada. Más aún después del pinchazo del Real Madrid ante el Levante en el Santiago Bernabéu (1-1).

Por eso Leo se puso el mono de trabajo e hizo lo que mejor sabe hacer: cargarse el equipo a la espalda y marcar la diferencia. Pero la actuación del argentino y del equipo no solo tuvo repercusión en el resultado, y es que la goleada en el derbi lleva un mensaje impreso oculto.

Optimismo

Un mensaje que, como avanzamos en Diario Gol, se había trasladado en los últimos días entre los jugadores y que aseguraba que este equipo estaba capacitado para luchar por todo y que el Real Madrid no era tan invencible como lo pintaban.

A este Barça muchos lo dieron por muerto, pero hoy ha demostrado que pese a todo, resiste. Mientras Leo Messi, que está aprovechando la sanción a Cristiano Ronaldo para dejar claro que piensa luchar hasta el final para volver a ser el número 1, sigue marcando la diferencia.

Los jugadores avisaban de que en Madrid daban ya la Liga por ganada –incluso algunos ya apostaban por el sextete– pero de momento la única realidad es que ya son cuatro puntos de diferencia en la clasificación después de tres jornadas.