El jugador del Barça que no sonríe en Japón

El Mundial de Clubes, brillantemente conquistado por el equipo azulgrana, ha puesto en evidencia a un futbolista

Ter Stegen no está. El guardameta alemán arrastra un enfado de mil demonios desde que Luis Enrique le advirtió que su viaje a Japón iba a ser de turismo. El alemán, que esperaba la titularidad en el Mundial de Clubes, ha lanzado avisos en los últimos días a los más próximos en el vestuario advirtiendo que su continuidad en el equipo con el actual rol secundario será imposible en el futuro. En la final, el alemán tuvo gestos que corroboran una versión que, cuentan desde dentro, empieza a ser tema de cabecera en el vestuario.

Ter Stegen no celebró el segundo tanto del Barcelona, se mostró frío en el primero, ni se inmutó con el último, pero, muy especialmente fue significativa su reacción ante las acciones salvadores de su gran rival en el Barcelona, Claudio Bravo. Mientras el grupo aplaudía las dos intervenciones clave del chileno en la segunda mitad, Marc André mantuvo un gesto impertérrito.

En la ceremonia de trofeos se escudó en un segundo plano, evitando el aplauso cuando Iniesta y compañía recogían sendos galardones. En el podio, ya con el trofeo de Campeón del Mundo en poder del grupo, desapareció.