El juego sucio del Real Madrid a espaldas de Benzema

El futbolista está sentenciado; no le salva ni una resolución favorable en el 'caso Valbuena'

Florentino Pérez y Benzema
Florentino Pérez y Benzema

Karim Benzmea no es un mal tipo. El Real lleva semanas soltando el mismo discurso a conocidos, amigos y saludados: el problema de Benzema no es Benzema, son sus amigos de una infancia/juventud compleja que no supo dejar atarás. Karim, al tanto del problema que ha ocasionado y está ocasionando en el Real por el caso Valbuena, puso su cabeza sobre la mesa del presidente. Un detalle que Pérez agradeció, pero negó acompañando de un nuevo comunicado institucional de apoyo a pies juntillas al jugador. 

El galo considera a Florentino un padre, un hombre de bien que lo ha apadrinado en el Real tapando los continuos despistes extradeportivos que han arrastrado el bueno nombre la institución por el barro. Benzema, cuentan desde dentro a este medio, no quiere ser un problema para el Madrid, al contrario. Y el Madrid, a espaldas del jugador, desliza que no lo va a ser.

Pendientes de la Justicia

Florentino, perro viejo, aguanta su posición pero tiene a Benzema sentenciado. El presidente borró al futbolista de su psique desde que le insinuaron por primer vez el nuevo follón y ha dado órdenes de colocar al jugador en operaciones de mercado. Cuentan desde el Real que ni un fallo favorable salva de esta al galo, al contrario: los agentes de la cuerda ya saben que lo de Karim no pasa de este verano. El Madrid sondea el mercado en busca de un relevo de garantías. Las conversaciones con Lewandowski/Hazard se apuntan a la salida de Ronaldo, pero el que quema en los despachos es Benzema. 

El Real mantendrá su apoyo al jugador de puertas a fuera mientras este sea justificable con la única intención de no devaluar más la mercancía. Los sondeos realizados hasta la fecha por emisarios presidenciales avisan de que Arsenal/PSG/Liverpool –clientes potenciales antes del escándalo- se agarran al efecto Valbuena para tirar la negociación a mínimos. La buena actuación del galo de aquí a final de temporada y una sentencia con margen de maniobra darían aire a un Madrid que busca sacarse el problema de encima sí o sí.