El día que lo cambió todo en el Barça con Neymar

La buena temporada del crack brasileño se truncó en el mes de marzo

El mes de marzo fue el punto de inflexión que, directa o indirectamente, propició el bajón de resultados del mes de abril. Todo coincidió con los planes de Neymar. Caprichos de estrella concedidos, pero que no sentaron bien ni a la afición, ni a la cúpula del club ni, muy especialmente, al vestuario del Barça.

El astro brasileño forzó el 3 de marzo una tarjeta amarilla totalmente innecesaria contra el Rayo Vallecano. La Liga parecía sentenciada y el duelo contra el Eibar no se presentaba como una amenaza en ese camino que, entonces, era de rosas. Neymar fue baja para aquel encuentro y pidió permiso al cuerpo técnico para marchar a Brasil, donde celebró el cumpleaños de su hermana. Más o menos igual a lo que hizo el año pasado.

Tres episodios para olvidar

Esta acción permitida por Luis Enrique no gustó en el vestuario. No todos los jugadores se pueden permitir este tipo de caprichos y ni siquiera Leo Messi actúa así, aunque podría. Algunas vacas sagradas censuraron esta actitud, sin darle más importancia. El problema es que pudiendo quedar ahí la cosa, no tardaron en sucederse acontecimientos incómodos.

Poco después convocaron a Neymar con la selección brasileña. También con la canarinha, el delantero fue sancionado por acumulación de tarjetas en el duelo contra Uruguay, de modo que se iba a perder el segundo partido del parón, frente a Paraguay. No lo jugó, peor en lugar de regresar antes a la sórdenes del club para preparar el clásico contra el Madrid, Neymar se quedó en Brasil y asistió a otras fiestas similares a la de su hermana.

Fatídico mes de marzo

No contento con ello, el brasileño tuvo otro feo gesto en esas fechas. El 24 de marzo murió Johan Cruyff, mito barcelonista donde los haya. El club habilitó un espacio para que a lo largo de una semana todo el mundo que quisiera pudiera despedirse del flaco. Los jugadores asistieron a darle la despedida todos juntos, el último día del velatorio. Y Neymar se presentó vestido con gafas de sol y una gorra hacia detrás, cosa que sentó mal a muchas personas.

Marzo fue el mes fatídico de Neymar. El mes en que, paralelamente, empezó a fraguarse un leve distanciamiento entre el crack brasileño y las otras dos puntas del tridente azulgrana, Leo Messi y Luis Suárez. El argentino hace todo lo posible por dar goles al uruguayo para que gane el pichichi y la Bota de Oro a Cristiano, mientras Ney está en un tercer plano.