Dani Ceballos mete a Zidane en un lío muy feo con un chivatazo del Barça

El andaluz no puede más con el mister

Mosqueo creciente. Dani Ceballos empieza a agotar su paciencia. El centrocampista no fichó por el Real Madrid para pasarse la temporada en el banquillo.

El centrocampista fue uno de los culebrones del verano entre el Madrid y el FC Barcelona. Su cláusula de 26 millones de euros convirtió a uno de los jugadores más destacados del Betis y del pasado campeonato europeo sub21 en una gran oportunidad de mercado.

Los andaluces, por su parte, dejaron total libertad al futbolista para escoger su destino, tal y como le comunicaron en una reunión de urgencia convocada por este asunto en el Benito Villamarín.

Cara y cruz

El andaluz tenía que escoger si firmar por el Barça, donde le pagaban una ficha menor pero le garantizaban protagonismo y minutos desde el primer día, o por el Real, que le ponía una ficha de crack pero no le aseguraba que fuera a tener muchas oportunidades.

El futbolista finalmente se decidió por el conjunto blanco, pero no esperaba que su decisión sería tan equivocada.

Sin ir más lejos, cuando más hombre de ataque necesitó Zinedine Zidane en el partido ante el Levante (1-1), el míster primero optó por Gareth Bale para sustituir a Karim Benzema, más tarde por Isco para sustituir a Marcos Llorento y finalmente por Mateo Kovacic para suplir a Lucas Vázquez.

Con todo, Ceballos solo suma 15 minutos disputados esta temporada. Fue ante el Barça en la vuelta de la Supercopa de España, cuando el choque ya estaba decidido y la eliminatoria sentenciada, lo que molestó aún más a Dani, pues así es difícil aportar nada al equipo.

Mala decisión

Pero el enfado del ex del Betis va más allá. Ceballos sospecha que Zidane no le pone en el equipo porque no es su fichaje, sino el de Florentino Pérez. Considera que ha sido víctima de otro capricho del presidente, que lo compró para quitárselo a los culés, no porque realmente le quisieran en el club madridista.

El futbolista, que no tiene pelos en la lengua, espera que las cosas cambien a corto/medio plazo y empezar a tener los minutos que necesita para seguir creciendo.  Si no, y sus compañeros que lo conocen bien lo saben, podría ser el próximo polvorín en el vestuario del Madrid.