Cristiano Ronaldo se borró en la vuelta a Madrid

Aprobado justito. Cristiano Ronaldo cuajó en Los Cármenes otro partido mediocre esta temporada. El futbolista está haciendo méritos para salir del Real Madrid en verano, tanto por el juego como por su actitud. Dice la sabiduría popular que todos los extremos son malos, y la autoexigencia de CR7 es un lastre para él y para el equipo, a nivel deportivo y de convivencia.

Ronaldo celebró su 31 cumpleaños con un mal partido. Las fotos en las redes sociales, los vídeos promocionales, las buenas caras y las sonrisas de CR7 tras sus goles al Espanyol han dejado paso, de nuevo, al Cristiano serio y aislado. El crack nunca encajó sus malas tardes, pero la racha negativa del curso vigente le preocupa sobremanera. En el regreso de Granada, el 7 volvió a mostrar su peor cara, la de la soledad y la introspección.

Cristiano cuida su cuerpo al detalle. Tiene físico para jugar unos cuantos años más en la élite. Incluso le sobra masa muscular, según los expertos, para recuperar la velocidad perdida. El jugador debe, no obstante, asumir el difícil paso de ser un imprescindible a ser uno más. El cambio empieza a nivel mental. Zidane intenta restarle responsabilidades para hacerlo más llevadero, pero Ronaldo necesita tiempo. Por ahora, no encaja la pérdida de protagonismo.