Coutinho tiene montado un lío muy feo en el Barça

El buen hacer del brasileño pone el vestuario patas arriba

Philippe Coutinho avanza a pasos agigantados en el FC Barcelona. El brasileño llegó al Camp Nou (previo pago de 120 millones más 40 en posibles variables) tras muchos meses de negociación y con la etiqueta de crack mundial colgada del cuello, y ya está demostrando porqué.

Cada partido que juega con los azulgranas su rendimiento va a mejor. Se está adaptando muy bien y su amistad con Leo Messi y Luis Suárez le ha ayudado a entrar con buen pie en el vestuario.

Sin embargo, no todo son buenas noticias. Su buen hacer está creándole un lío en el vestuario. Y de los feos.

Philippe Coutinho se carga a Andrés Iniesta

Y es que cuando mejor ha jugado el brasileño ha sido cuando ha ejercido el rol de Andrés Iniesta en el campo: entre la media y la delantera, con llegada desde atrás y con capacidad de mover al equipo a su ritmo.

De hecho, en el último partido del Barça en Málaga, Coutinho, que se movió ‘libremente’ por el césped, marcó uno de los goles del año. Un Coutinho al que cada vez más, tanto los aficionados como dentro del vestuario culé, ven como el firme heredero de ‘Don Andrés’.

El problema es que el manchego no está dispuesto a que su rolo cambie. Sabe que, o bien acepta más pronto que tarde que su día a día pasará a ser el que le tocó en su momento a Xavi Hernández en su última etapa en el Barça, es decir, olvidarse de la titularidad garantizada, o hace las maletas. Y no parece dispuesto a ver los partidos desde la banda.

Y más teniendo en cuenta que tanto Leo Messi como Luis Suárez están apretando a Philippe para que se afiance en esa posición. Ahora es el momento de demostrar que es el crack del futuro del Barça y no debe dormirse.

La llegada de Antoine Griezmann

Por si con eso no tuviese suficiente, la llegada de Griezmann (que aseguran desde dentro del club que está más que hecha) supondría que Coutinho pasaría a formar parte de manera regular de la nómina de centrocampistas de Ernesto Valverde.

Con Griezmann, Messi y Suárez arriba, el brasileño sería el conector del centro del campo con la delantera, esa posición de interior que tanto gusta en el Camp Nou y que tan difícil es de encontrar.