«Cinco millones más o cinco millones menos»: las negociaciones entre el Barça y Qatar Airways

En el club mantienen que pueden funcionar con normalidad aunque estén un año sin el patrocinador principal de la camiseta

Hay que rebajar deuda como sea, aunque hay todavía un margen de tiempo. Ésa es la consigna de la cúpula del FC Barcelona. Lo óptimo sería situar la deuda en los 200 millones de euros (en la actualidad, supera los 320 millones). Y hay que hacer algo para dejarla en una cota asumible. «Somos conscientes de que no podemos continuar con ese nivel de deuda y estudiamos alternativas para minorarla. Es una prioridad, pero no la prioridad absoluta», aseguran fuentes internas del club blaugrana a GOL.

Los motivos de la rebaja de la deuda son dos: el primero, que los propios estatutos establecen una gradación según la cual la deuda ha de ir minorándose paulatinamente durante los próximos años, rebajándola en relación al ebitda (margen bruto de explotación antes de intereses, impuestos y amortizaciones). En estos momentos, la deuda no puede superar el doble del ebitda. De ser superado ese ratio, la junta ha de restablecer el equilibrio patrimonial en los dos ejercicios siguientes. En caso contrario, debe dimitir y convocar nuevas elecciones. En estos momentos, el ebitda se sitúa en 105 millones de euros, por lo que es un elemento de peso para no mantener esa deuda elevada durante un largo lapso de tiempo.

El segundo motivo es que el club ha de afrontar el pago de la remodelación del Espai Barça durante los próximos ejercicios. En principio, este año deberían comenzar las obras, que estarían terminadas en el año 2019. Pero las previsiones reales son más laxas y se espera que, como mucho, el inicio de las obras tarde como mínimo un año (2017-18) debido a los problemas municipales. Y la ejecución podría demorarse hasta bien entrada la próxima década (2021-22). En resumidas cuentas, el club podría ir trampeando y teniendo caja durante los próximos ejercicios.

Estancados

Oficialmente, desde la junta directiva aseguran que el dinero no es la necesidad más urgente. No hay que olvidar que está pendiente el gran contrato del patrocinio de la camiseta, que hasta ahora tenía Qatar Airways, pero los cataríes no están por la labor: ya tenían atado un contrato hasta el 2019 por 60 millones anuales (en total, 240 millones de euros), pero las exigencias de la nueva junta elegida el pasado verano frustró las expectativas: el Barça comenzó exigiendo 100 millones al año y ahora se está en torno a los 70 millones. «Al final, se estará negociando sobre cinco millones más o menos», admiten en el club.

Pero lo cierto es que el contrato no ha llegado y que ahora todavía no hay alternativa a Qatar. Aún así, en el Barça aseguran que «podemos funcionar con normalidad al menos durante un año. Para entonces, esperamos tener solucionado el tema de la camiseta y contar ya con los ingresos del patrocinador». Este optimismo se ve afianzado por la afirmación de que existe un plan de actuación económica que salvará al club para los próximos ejercicios.