“Bartomeu tiene la culpa”, el crack del Barça que despelleja al presidente (y Messi está en el lío)

El vestuario azulgrana estalla en la primera polémica gorda que salpica a Valverde

Las malas vibraciones están regresando al vestuario del FC Barcelona. Tras unos meses donde todo era de color de rosas, la plantilla azulgrana está volviendo a la realidad.

Lo que Ernesto Valverde y sus hombres están haciendo este año es un milagro. No tiene otro nombre. Y así lo asumen, incluso, los pesos pesados del vestuario.

Leo Messi, condenado a tirar siempre del carro, solo puede delegar galones en Luis Suárez. Es cierto que tiene algún escudero de lujo como Jordi Alba, Sergi Roberto y Andrés Iniesta (a sus 33 años), pero se antoja demasiado poco para un equipo que aspira a ganarlo todo.

Valverde ha construido en los últimos meses un equipo muy sólido, capaz de aguantar los envites de cualquier rival. Y ha contado con dos jugadores milagrosos: Ter Stegen y Samuel Umtiti.

El problema es que en ataque, el Barça sigue dependiendo totalmente de Messi. Y el astro argentino da mucho, pero no se le puede exigir que siempre tenga el día.

Lo que falla está en los despachos. La política de fichajes del club fracasa año tras año. Desde 2014, cuando Josep María Bartomeu tomó las riendas del club, solo cuatro fichajes han cuajado.

Los cuatro fichajes buenos de Bartomeu

Dos de ellos son los antes citados, Umtiti y Ter Stegen. A estos hay que añadir dos cracks fichados ese mismo 2014: Ivan Rakitic y Luis Suárez.

En el vestuario, empezando por Messi, llevan tiempo pidiendo un proyecto deportivo ganador. Pero la dirección deportiva no termina de acertar: “Bartomeu tiene la culpa”.

El club ha invertido cientos y cientos de millones de euros en jugadores que no demuestran estar a la altura de su elevado coste. Dembelé (145) y Coutinho (160) han sido los últimos.

El brasileño Philippe Coutinho, el fichaje más caro de la historia del Barcelona, posa junto al presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu. | EFE

Todavía es pronto para juzgarlos, tienen mucho recorrido, pero no dan visos de ser jugadores que vayan a resolver muchos partidos. Dembelé preocupa mucho al cuerpo técnico.

La mal llamada ‘morralla’

Otro jugador llegado este verano es Paulinho, que se ha erigido en titular del equipo porque no había nada mejor. A fuerza de músculo, trabajo y goles se ha hecho un hueco.

Sin embargo, lo cierto es que el medio brasileño –discutido por llegar procedente de la Super Liga china– aporta bien poco al equipo. Con el balón en los pies es nulo y su gran virtud es el juego al espacio, donde tiene una innata habilidad para marcar.

Tampoco convencen Semedo ni Yerry Mina (2017-2018), jugadores todavía muy verdes. Del mismo modo que los ‘grandes fichajes’ del año anterior: André Gomes y Paco Alcácer (2016).

Lucas Digne, Aleix Vidal y Arda Turan tampoco funcionan. Ni cuajaron Douglas o Mathieu. Y Vermaelen lo empieza a hacer bien cuatro años después.

La Masía, estancada

El Barça se encuentra con la enorme dificultad de localizar cracks que puedan rendir a la sombra de Messi, pero es casi imposible. Y tampoco el trabajo de formación en La Masía da sus frutos.

Bartomeu busca 70 millones de euros para contentar a Messi | FCB

Además, los pocos cracks que surgen desde la base terminan haciendo las maletas rumbo a otros clubes porque nadie les abre las puertas del primer equipo.

Bartomeu está hipotecando el Barça actual con fichajes astronómicos pese a que Messi sigue siendo el único que de verdad marca las diferencias. Y todo el mundo en el Camp Nou avisa del problema: lo realmente difícil será hacerlo cuando Messi ya no esté.

Será en ese momento cuando haya que invertir cantidades indignas de dinero. Lo que no se quiso destinar este verano al fichaje de Kylian Mbappé.