Arda Turan no enamora a los capos del vestuario

El centrocampista turco no encaja en el sistema de Luis Enrique

Los problemas deportivos del FC Barcelona quedan minimizados por las victorias del equipo de Luis Enrique. Líder destacado en la Liga, finalista en la Copa del Rey y clasificado para los octavos de final de la Champions, el Barça vive en un estado de euforia casi permanente desde hace un año. El técnico, no obstante, está descontento con el rendimiento de algún futbolista. El caso más notorio es el de Arda Turan, por quien la entidad pagó 34 millones de euros fijos más siete en variables.

Luis Enrique ha probado a Turan en cuatro posiciones: como interior derecho, como interior zurdo, como extremo derecho y como extremo izquierdo. Su rendimiento, en estos dos meses, ha sido muy irregular, sobre todo cuando ha actuado en el centro del campo. El técnico le pide mucho recorrido y el futbolista turco sufre para equilibrar al equipo por la derecha cuando Messi abandona la banda y Alves se proyecta en ataque.

Arda fue el peor del Barça en Las Palmas. El centrocampista turco tuvo muchos problemas en defensa y fue amonestado con una tarjeta amarilla que fue la excusa que utilizó Luis Enrique para sustituirlo en el descanso.

Mucha movilidad

El staff técnico considera que Arda no mejora el rendimiento de Rakitic. Al contrario. El croata aporta mucha más intensidad al equipo. El exfutbolista del Atlético se mueve mejor en espacios cortos, pero Luis Enrique quiere que sus centrocampistas suban y bajen continuamente. Mucha movilidad.

Los jugadores también detectan que Arda sufre mucho, que no encaja bien en el 4-4-3 del Barça, un sistema muy diferente al que utilizaba el Atlético. Allí, los centrocampistas se movían en espacios más cortos y el turco era más desequilibrante. Curiosamente, se marchó del club rojiblanco un poco molesto con su papel en el equipo, asegurando que estaba harto de «trabajar tanto con Simeone».

Luis Enrique y sus colaboradores piden tiempos. Los jugadores, también, aunque algunos pesos pesados ya cuestionan su fichaje. De momento, no ha justificado los 41 millones de euros pagados por él, un precio muy elevado que puede pasarle factura cuando lleguen los malos tiempos.