Amago de rebelión en el Pizjuán al término del Sevilla-Real Madrid

El capitán, Sergio Ramos, recogió el sentir de un sector del vestuario en declaraciones después de la derrota

El Real Madrid de Rafa Benítez no carbura. Encaja pocos goles, pero ni convence su juego, ni supera con claridad a sus rivales. La personalidad del técnico tampoco encaja en el vestuario, y cada vez son más las voces contrarias al entrenador en la plantilla. Este caldo de cultivo tuvo un nuevo ingrediente en la derrota del equipo en Sevilla (3-2). Hubo amago de rebelión, pero antes de llegar a mayores fue el capitán, Sergio Ramos, quien expresó el sentir de una parte del grupo.

Ramos, autor del 0-1, compareció ante los medios para hablar del partido. El capitán dejó en manos de los periodistas el adjetivo idóneo para la imagen que da el equipo, mas sí reconoció que las cosas no se hacen bien «y todo se refleja en los resultados». El camero advirtió de que «hay que cambiar el chip» y de que «hay muchas alternativas», pero fue incapaz de argumentar en público la causa de los males del equipo. Sus palabras, sin embargo, sugieren que la plantilla está a punto de estallar. Hizo de portavoz de un grupo de críticos con el entrenador. Hubo un intento de rebelión hace unas semanas. Ahí va el segundo aviso.

El primer gran fuego se originó hace un mes, con motivo del empate ante el Atlético. Las tablas en el luminoso frenaron el toque de atención de uno de los pesos pesados de la plantilla. Estaba todo preparado. Lo desveló entonces Eduardo Inda en El Chiringuito. Jugadores como el mismo Ramos, Karim Benzema, Cristiano Ronaldo, Isco, Marcelo, Toni Kroos y ahora James Rodríguez han protagonizado algunos desencuentros con el técnico.