“Si Dembélé habla…” Y va de Messi, Valverde, Luis Suárez (y apesta)

Los trapos sucios del vestuario del Barça

Ernesto Valverde ha tenido mucho éxito en casi todos los equipos a los que ha dirigido. Todo ello, gracias a su capacidad de imponer su criterio dentro del vestuario manteniendo un perfil discreto y con mucha mano izquierda. El técnico extremeño es de ideas fijas, pero rara vez las impone a la fuerza. Siempre intenta convencer a sus jugadores.

Su forma de trabajo en el Barça ha sufrido alguna modificación. Valverde llegó al equipo azulgrana en un momento complicado. Luis Enrique, el anterior técnico, había impuesto sus ideas y eso provocó una guerra dentro del vestuario. Motivo por el cual el elegido fue el txingurri.

Valverde o la bronca que Messi calla (y de la que Coutinho no quiere hablar | EFE

Aterrizó con la imagen de conciliador y le dejó a los pesos pesados del vestuario manga ancha. La transición fue buena, pero ya se le ha ido de las manos. A día de hoy, en la cúpula del club se comenta que el entrenador no es más que un muñeco de Messi. “Si Dembélé habla…”, dicen algunos.

El caso Dembélé

Leo Messi ha impuesto su criterio dentro del vestuario del Barça con el caso Dembélé. El delantero francés nunca ha sido muy del agrado del argentino y el capítulo de la gastroenteritis terminó por indignar al ‘10’.

Ousmane Dembélé | EFE

Junto a su amigo Luis Suaréz, Leo le comentó a Valverde que la situación no podía ser así y que había que hacer algo. Ernesto le dio la razón y dejó al francés fuera de la convocatoria. Lo que diga el argentino va a misa.

Prefieren a Coutinho

Tanto Messi como Suárez habrían actuado en otras ocasiones contra los intereses de Ousmane Dembélé. Dentro del vestuario no es ningún secreto que tiene mucha más afinidad con Coutinho. Los cracks del Barça habría presionado a Valverde para que jugase el brasileño en lugar del francés.

Dembélé es consciente de esta situación y sabe que lo tendrá más difícil que nadie para gozar de minutos. Su buen gol ante el Atlético de Madrid fue un paso importante, pero sin el visto bueno de Messi no se va a ningún sitio en el Barça.