“¿Sabes dónde estaba Piqué de madrugada?”. Si el Barça quiere ganar la Champions ¡esto tiene que acabar!
Los del Ernesto Valverde remontan ante el Inter de Milán en el Camp Nou
El Barça ha remontado el 0-1 inicial ante el Inter de Milán para acbar ganando 2-1 gracias a un doblete de Luis Suárez. Un partido en el que, una vez más, al margen de la mala imagen del equipo, no ha sido otro que Piqué el que ha quedado señalado. De hecho, no habían pasado ni diez minutos cuando el central catalán ha salido a cortar un balón que no le tocaba y ha acabado propiciando el gol del Inter.
A partir de ahí, el defensa ha vuelto a dejar muy claro que está muy lejos de su mejor estado de forma. Pero ojo porque no es precisamente su juego lo que más molesta de puertas hacia dentro, sino todo lo que ocurre fuera.
“Sabes dónde estaba Piqué de madrugada?” apuntan muchos en las redes. La pregunta no es precisamente sinrazón. Y es que, como cuentan desde la entidad catalana, Gerard no es que esté precisamente centrado en el fútbol. Ni de lejos.
Gerard Piqué está en el punto de mira
No son pocos los que, desde dentro del Barça, demuestran ya su hartazgo con la vida empresarial del tercer capitán del equipo de Ernesto Valverde. Y es que Piqué no es que sea un tipo de perfil bajo. Todo lo contrario.
Sus viajes arriba y abajo, sus negocios, el club de fútbol en Andorra, su Copa Davies, sus acuerdos aquí y allá son cosas que no gustan de puertas haca dentro. Entre otras cosas porque, si Piqué estuviese en un estado de forma imperial, nadie diría nada. Ya ha pasado antes.
Sin embargo ahora que se hace evidente que, pese a no tener otra preocupación en mente que el Barça (Piqué ya no juega con la Selección Española), el catalán es uno de los jugadores que ejemplifican perfectamente este bajón del quipo, su carácter y su vida más allá del Camp Nou no hacen más que ponerlo en el punto de mira.
La directiva estalla
Y lo pero de todo es que el enfrentamiento entre la directiva y el jugador es ya conocido por todos. Fue hace apenas unos días cuando el central (que esperó a que el Barça consiguiera su primera victoria fuera de casa para dar la cara), envió un dardo envenenado a la junta directiva asegurando que ésta filtraba ciertas noticias a la prensa para perjudicar al vestuario.
Un lío que, cómo no, se le giró en contra. Y es que desde el club tardaron muy poco en devolverle la moneda a Piqué filtrando que fue por culpa del catalán que Matthijs de Ligt descartó su fichaje por el Barça.
Cuentan que en el encuentro de De Ligt con Piqué en las Bahamas durante las vacaciones de ambos, Gerard le dejó muy claro que el Barça no era una buena opción para así proteger su titularidad indiscutible.
Un ejemplo del drama culé
Y es que ese es precisamente otro de los problemas de este Barça. Por mucho que Piqué y otros pesos pesados estén casi arrastrándose por el campo, nadie alza la voz. Cuentan desde dentro que faltan líderes en un vestuario huérfano tras la salida de Puyol, Xavi e Iniesta, jugadores que sí que ejercían de capitanes con todas las de la ley.
No lo hacen ahora ni Messi ni Busquets ni mucho menos Piqué. Un vestuario en el que además tampoco es que Valverde parezca capacitado para revertir la situación. Todo lo contrario.
El vasco ni pincha ni corta, como apuntan desde la directiva. En el vestuario manda los Messi, Piqué, Suárez y compañía que, como ya avisaron muchos, han sentenciado a jugadores como Antoine Griezmann., al que no pueden niver. Y eso, como ya se ha demostrado en muchas ocasiones en el club catalán, nunca es bueno.
Por mucho que Piqué y el resto lo nieguen, es evidente que el equipo está a las órdenes ahora de unos capos que han visto como su poder ha aumentado con el paso de los años, y más con un Valverde que prefiere mantenerse al margen. «Messi, ¿porqué lo tapas?» Preguntan muchos en las redes. La respuesta es sencilla: porque le interesa.
Ya a nivel deportivo, el equipo muestra señales de debilidad en todas las líneas. La columna vertebral del equipo ha envejecido y, los jóvenes que han llegado como Arthur o Frenkie de Jong, parece que se han contagiado de este juego muy plano, sin chispa y en el que equipos como el Inter, intensos y rápidos, les dejan en evidencia.
La imagen de este Barça es de las peores en mucho tiempo. Y lo peor es que no es un tema tan solo deportivo. El follón va de abajo a arriba, con dispuestas internas, ataques cruzados y una afición cada vez más cansad de ver como una plantilla que podría aspirar a todo parece estar ausente. Hoy han sido dos buenos goles de Suárez lo que ha salvado los muebles al equipo y a Piqué. Pero ojo porque el ambiente está cada vez más caldeado en el Camp Nou. Si el conjunto catalán quiere ganar la Champions esto se tiene que acabar.
