Piqué se quiere ir por esto: pelea con Messi por imponer a este entrenador para el Barça

El defensa catalán ya no aguanta más

piqué
piqué

Gerard Piqué siempre se ha caracterizado por ser un tipo que no se muerde la lengua. Eso, que en muchas veces le ha servido para estar en el punto de mira y para ganarse más de una enemistad en los campos de fútbol, le sirve también para ser, de vez en cuando, una de las voces autorizadas del barcelonismo.

Y ayer lo fue. Tras la estrepitosa derrota del Barça ate el Bayern de Múnich por 2-8 (sin duda la derrota más bestia y humillante que ha sufrido el central desde que llegó al Barça en el 2008), Piqué no tuvo problemas en plantarse delante de los medios y apuntar lo que muchos culés hace tiempo que piden: un cambio de rumbo.

Leo Messi en la humillación del Barça contra el Bayern de Múnich

Gerard Piqué alza la voz

El defensa habló alto y claro: “Ha sido un partido horrible, la sensación es nefasta, vergüenza es la palabra. No se puede competir así, no es la primera ni segunda ni tercera vez que nos pasa. Es muy duro, muy duro y espero que sirva de algo. A reflexionar todos, el club necesita cambios, no hablo de entrenador, ni jugadores, no quiero señalar a nadie, estructuralmente el equipo, el club necesita cambios de todo tipo, porque no es la primera vez que nos pasa esto, ni la segunda ni la tercera”, apuntó.

Y fue más allá hablando del futuro, tanto suyo como del club: “Nadie es imprescindible, yo es el primero que me ofrezco, si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica soy el primero en irme, en dejarlo, porque creo que hemos tocado fondo. Todos tenemos que mirar y reflexionar internamente y decidir qué es lo mejor para el club, que es lo más importante” o “Un club como el Barça que tiene que estar siempre arriba, es la cruda realidad. Ya no hay más, no se puede enmascarar más. Es algo que se ve y se refleja en el campo, lo de hoy es algo inaceptable para un club como el Fútbol Club Barcelona” fueron algunas de sus reflexiones.

Piqué y la pelea con Messi

El problema es que, al contrario de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, parece ser que Piqué y Leo Messi no están en la misma cuerda respecto a quién debería ser el próximo entrenador del Barça.

 

Es más que evidente que la aventura de Quique Setién en el Barça ya ha acabado y son varios los nombres que ya empiezan a sonar. Uno de ellos, el que es el motivo de disputa entre el capitán y el defensa, es el de Mauricio Pochettino.

Un Pochettino que, como bien saben los culés, no es que sea precisamente un tipo que tenga amor por el Barça.Sí por Barcelona teniendo en cuenta que jugó y entrenó al Espanyol, pero no por el equipo azulgrana.

De hecho, han sido muchas las veces que Mauricio ha cargado contra los culés. Frases como “Nunca voy a ser entrenador del Barcelona o del Arsenal porque estoy muy ligado al Espanyol y al Tottenham. Yo he crecido en Newell’s Old Boys y nunca entrenaré a Rosario Central. Prefiero trabajar en mi granja de Argentina antes que ir a entrenar a ciertos clubes” o “A nivel familiar y personal, lo que soy, lo soy gracias al Espanyol. Es más que un club, porque es más que un club de fútbol. No me identifico con los valores del Barcelona” no se olvidan en el vestuario culé.

Pochettino | EFE

Sin embargo, parece ser que Messi (ojo, el argentino preferiría a Xavi como primera opción) no vería con malos ojos la llegada de su compatriota, con el que sabe que se llevaría a las mil maravillas y que no le pondría pega alguna.

Y ese es el principal motivo de enfado por parte de Piqué que, si bien es cierto que sabe que Messi está presionando a la junta para que dimita y que llegue un proyecto nuevo, tampoco quiere perder ningún privilegio. Eso, con Pochettino, sabe que lo tiene garantizado.

Piqué, culé de pura cepa, nunca entendería que un tipo como Mauricio, que ha demostrado sobradamente ser anti-culé y que se ha dejado querer muchas veces por el Real Madrid, acabara sentado en el Camp Nou.

Veremos qué decisión se toma en el Barça, pero parece evidente que Piqué, que hasta ahora tampoco se quejaba mucho del poder de Leo en el vestuario (entre otras cosas porque él también lo tiene) si ve que llega un ‘nuevo Tata Martino’, se irá. Él mismo lo dijo: “Nadie es imprescindible”.