Piqué interviene para frenar una fuga sonada en el Barça

El central calma los ánimos de un crack culé

Decepcionado. Gerard Deulofeu regresó por tercera vez al FC Barcelona el pasado verano. Ernesto Valverde se convirtió en el primer entrenador del Barça que aceptó contar con el canterano para la temporada.

Pep Guardiola prefirió que saliera del club para ganar minutos y experiencia. El catalán no confió en su subida directa desde el filial y le recomendó que se fuera a otro club a foguearse.

Asimismo, Luis Enrique tampoco confió en él. Después de completar la pretemporada con el primer equipo, el asturiano cambió de opinión días antes de que se cerrara el periodo de fichajes y le comunicó a Gerard que no contaba con sus servicios.

Asimismo, después de su paso por el Everton en dos ocasiones, el Sevilla y el Milan, Robert Fernández, bajo el beneplácito del Txingurri, decidió repescar al de Riudarenes.

Regreso a casa

Gerard era consciente de que no sería un titular indiscutible. Menos aún después de la llegada de Osumane Dembélé. Pero esperaba tener más minutos. Y es que ni con la lesión del ex del Borussia Dortmund ha logrado asentarse como titular en la banda.

Sus aportaciones al equipo cuando ha tenido la oportunidad han sido fuertemente satisfactorias. La mejoría del catalán es evidente en cada choque en que participa. Sin embargo, Valverde no termina de confiar del todo en él.

De hecho, él fue el sacrificado cuando ante el Olympacos Gerard Piqué fue expulsado antes del descanso. Y eso que el extremo estaba disfrutando de los mejores minutos que ha disputado en esta temporada.

Ernesto lo recompensó metiéndolo en el once inicial en el siguiente encuentro contra el Málaga, en el que anotó uno de los dos goles que suma en este curso, pero no jugó ni un minuto en el siguiente compromiso liguero ante el Athletic Club.

Se le acaba la paciencia

Sus incursiones irregulares en el equipo le tienen cada día más mosqueado. El delantero está cada vez más encendido y la intención de abandonar el club en el próximo mercado invernal hace semanas que ronda por su cabeza. Y es que sabe que si las cosas están como están, cuando regrese Dembélé la situación irá a peor.

Pero Piqué, uno de sus mejores amigos en el vestuario culé, le quitó la idea de la testa. El veterano central le pidió calma y paciencia, y le aseguró que el transcurso de la temporada le permitiría tarde o temprano dar lo que tiene sobre el césped.

Apuntó Gerard a Deulofeu que el equipo le necesita, y que aunque en las próximas se reincorpore Ousmane,  durante el año habrán lesiones y sanciones que le abrirán las puertas a tener sus oportunidades.