Pillan a Dembélé con un feo a Messi que ya corre por el Barça

El francés se mete en un problema en el vestuario culé

Lío a la vista. Phillippe Coutinho y Yerry Mina no han llegado solos al FC Barcelona. Ousmane Dembélé, que regresó la semana pasada a los terrenos de juego, puede considerarse el tercer refuerzo de los culés en este mercado invernal.

El francés volvió a vestirse de corto después de que en septiembre, en el partido ante el Getafe, sufriera una lesión que le ha tenido cuatro meses alejado del césped.

Los minutos disputados desde entonces por Ousmane no han sido estelares. Todavía tiene mucho margen de mejora. Pero el extremo dejó señales de que el equipo culé tiene a un súper crack en rodaje. Y es que sus actuaciones en los últimos dos partidos le han valido los elogios de un sector importante de los aficionados y de la prensa. Es el momento de bonanza que esperaba el delantero desde que llegó al Barça el pasado verano.

Problema inesperado

Pero no todo va sobre ruedas para el atacante. La llegada de Coutinho le ha puesto en aviso. Dembélé tiene la mosca detrás de la oreja.

El galo sabe que el fichaje del brasileño es un ‘disco solicitado’. Y que no pasará por el banquillo ni en los partidos de medio pelo.

Tras la llegada de Phillippe hay una verdad mayor: la insistencia de Messi/Suárez para firmar una contratación que viene con la titularidad garantizada.

Cuentan en el Barça que el aterrizaje de la que fuera estrella del Liverpool ha dibujado una sonrisa a la pareja, especialmente en Luis Suárez que necesita un nuevo ‘asistente’ de lujo tras la marcha de un Neymar que ha desnudado el juego del uruguayo en este arranque de curso.  Luis es quién ha buscado casa a Coutinho en Gavà Mar, cerca de Castelldefels, donde vive el charrúa y Messi. Ademássu ex compañero en el club de Anfield, fue el encargado de introducir al recién llegado en el vestuario culé y en la órbita de Leo convirtiéndolo, de entrada, en uno de los nuevos intocables del vestuario.

Dembélé apunta a Messi

Una realidad que no escapa a un Dembélé que suelta la lengua en privado. Ousmane no ha necesitado más que un puñado de meses para saber como van las cosas en este Barça:  Leo Messi Luis Suárez son los que llevan la voz cantante con Valverde de cooperante necesario. Y Coutinho es uno de los suyos. Ousmane sabe que sobre el terreno de juego se sienten mejor con alguien del perfil del ex jugador red. El carioca es un futbolista de movimientos rápidos en espacios cortos que con su juego hará brillar a la pareja de atacantes. Es el complemento perfecto. Dembélé, en cambio, es un jugador cuya virtud es la velocidad, por lo que necesita más metros para destacar. Algo más difícil de encajar en el equipo del Txingurri y que no favorece tanto a Leo y a Luis.

Dembélé cuenta en ‘petit comité’ que la última palabra en el equipo la tiene Messi. Si el argentino está cómodo con un jugador, este juega. Y si encima es amigo de Suárez y ambos lo quieren al lado, lo tendrán. Una realidad que deja al ’11’ en jaque. Y un feo que ha llegado alto y claro al ’10’ y que ya corre como la pólvora por el Barça. 

El problema será ahora para Valverde. El técnico deberá buscar la forma de encajar a todos en el once y no generar un conflicto en el grupo que podría estallar en la temporada 2018-19, cuando Cotuinho ya pueda jugarlo todo. Un Ousmane que, además, explican desde dentro no ha hecho buenas migas con Suárez/Messi con quién marcan distancias. Y que sigue preocupando en el club por su fragilidad muscular: en el Barça no se descartan recaídas si no se cuida.