Messi no le habla. Y es titular indiscutible en el Barça. “Quique Setién los tuvo que separar”

El coronavirus agrava la situación de este crack

Marc-André ter Stegen quiere más dinero. El meta ya trasladó hace semanas a los responsables que quería una mejora de contrato. El germano, a sus 27 años, está firmando otra temporada espectacular. En 25 partidos disputados acumula una media de 1 gol y de 2,2 paradas por partido. Además, ha parado un penalti, ha firmado 11 partidos con la portería a cero y ha dado hasta dos asistencias de gol. Y cree que merece una muestra de cariño de la entidad.

Desde la directiva, Josep Maria Bartomeu y compañía se mostraron predispuestos a negociar una subida de sueldo. El alemán es un titular indiscutible y uno de los mejores valores que tiene el club en la actualidad y no lo quieren dejar escapar.

Negociaciones congeladas

Pero el coronavirus lo ha cambiado todo. El parón ha dejado las conversaciones en stand by. Todo va más lento con la crisis del COVID-19. Y la situación podría poner en peligro la continuidad del meta.

Ter Stegen ya arrastraba desde hace días cierto mosqueo. Cuentan desde la capital catalana que el futbolista está muy decepcionado con el ritmo de trabajo en los entrenamientos. Y también con las pocas sesiones que se llevaban a cabo.

Marc-André Ter Stegen en Champions | EFE

Ter Stegen, molesto

Una dinámica marcada por las decisiones de pesos pesados como Leo MessiGerard PiquéSergio Busquets o Jordi Alba, a los que apuntan que no les va eso de realizar dobles sesiones, como tampoco que el ritmo de los entrenamientos sea demasiado alto.

Muchos recuerdan aquella frase de Piqué en uno de los primeros entrenamientos de Setién. Aquel día llovía, y el central soltó que “por menos se han anulado entrenamientos”, en unas palabras que indignaron a muchos sectores del barcelonismo.

Y también a Ter Stegen, que no entiende así el fútbol. No comparte esas ideas con Messi y compañía, que prefieren tomárselo con la calma. Va a ser verdad lo que dijo Eric Abidal acerca de que el equipo “no entrena bien”.

Un bajo nivel de trabajo y exigencia que tiene muy molesto a Ter Stegen, que considera que los malos resultados son producto de estas pocas ganas de trabajar. Tanto es así que incluso se produjo cierta división en el vestuario, con situaciones un tanto tensas. Tanto que hasta Quique Setién los tuvo que separar” para que se produjeran palabras subidas de tono en los entrenamientos.

En este sentido, el cancerbero considera que hacen falta demasiados cambios en la plantilla para que el panorama vaya a mejor. Sustituciones de unos cuantos pesos pesados que no se producirán. Y no quiere quemar los años que le quedan en la élite en un club que va a la deriva.

Valora hacer las maletas

“No sé si el año que viene estaré en el Barça”, alegó el cancerbero como motivo de su negativa a un periodista que le propuso escribir una biografía. Y es que el meta empieza a considerar que está tirando sus mejores años como profesional a la basura. Se las prometía muy felices cuando en su primer año ganó el triplete, pero empieza a sentir que aquello solo fue flor de un día y que le esperan años oscuros al equipo culé. Un panorama que dificultará que pueda conseguir su máximo objetivo: ser titular en la Selección de Alemania.

En Barcelona apuntan que la renovación va para largo con esto del coronavirus. Y mientras no se den pasos adelante, el alemán va cultivando la idea de abandonar el club. O se dan prisa desde la planta noble, o el Barça podría tener un susto a la altura de la salida de Neymar.