Messi manda un mensaje a Cristiano Ronaldo desde Argentina
El astro argentino calienta la rivalidad de colosos del Barça y el Real Madrid
Alto y claro. Así habló Lionel Messi sobre las alturas del césped de Ecuador y tras el encuentro que supuso la clasificación de Argentina para el Mundial de Rusia.
El astro argentino se vistió de héroe y sacó las castañas del fuego a los de Jorge Sampaoli, que empezaron el partido con un tempranero gol en contra que hacía presagiar lo peor.
Por suerte, la albiceleste se sobrepuso al mazazo y apareció el mejor Messi para comandar la remontada con un hat trick vital que espantó a todos los fantasmas.
“La peleamos, la sufrimos y no podíamos no estar adentro, Argentina no se lo podía permitir”, bramó el Messi más combativo, ya relajado tras lograr el objetivo.
Y reconoció sus miedos y preocupaciones más personales: “Se me pasó un chistón de cosas por la cabeza, fue un golpe durísimo empezar así [contra Ecuador]. Estaba el temor de quedar fuera”.
“Estaba el miedo de quedar a fuera, que hubiese sido una locura para Argentina y para todos y, obviamente, que ese temor estaba… Pero más allá de eso, hoy lo supimos jugar”, insistió Messi.
Lo importante es que finalmente lo lograron: “Sentimiento de desahogo, merecimos ganar los partidos de Venezuela y Perú... Y no era fácil resolverlo aquí por lo que significa jugar en la altura”.
Sin excusas y a por todas
“Estar dentro del Mundial es muy importante… Venimos siendo discutidos mucho tiempo más allá de las tres finales que jugamos y que por merecimientos alguna tendríamos que haber ganado”, argumentó el crack del Barça.
Sin excusas: “Teníamos el objetivo de clasificarnos y lo hicimos. Argentina está obligada a ganar siempre”. Pero llamando al optimismo: “A partir de esto la selección va a crecer, va a ser otra, esto ha sido una liberación”.
Y, para terminar, sacó conclusiones: “Estábamos todos inquietos por este momento de la selección, tanto el periodismo, la gente como nosotros mismos… Por suerte ya pasó y lo conseguimos”.
Fuera de cámara Messi siguió hablando y festejando con sus compañeros. Cantó y saltó en el vestuario, sin la camiseta, presa de la euforia.
Recado a su mayor enemigo
Y aprovechó desde la intimidad de la caseta para mandar un mensaje a Cristiano Ronaldo: este año lo quiere todo. Y terminará con el debate de quién es el mejor de los dos.
Messi está empecinado, incluso obsesionado, con levantar la Copa del Mundo. Es su gran objetivo y prepara su mejor versión para cuando llegue el momento.
Intentará ganarlo todo con el Barça, pero lo que realmente le interesa es el Mundial. Y ese título le dará la consagración definitiva como mejor jugador de la historia. Muy por encima de CR7.