Messi impone a un jugador del Barça a Valverde contra el Real Madrid

El astro argentino no quiere experimentos y muestra su preocupación de cara al clásico

Sensaciones enfrentadas. El FC Barcelona llega pletórico al Bernabéu para jugar el clásico en cuanto a resultados. Pero ni mucho menos en cuanto a nivel de juego.

El equipo que dirige Ernesto Valverde se ha vuelto mucho más solvente y consistente que el Barça de Luis Enrique. Pero en ataque está más limitado.

Leo Messi lo definió muy bien cuando le preguntaron sobre la marcha de Neymar: “Hemos perdido potencial en ataque, pero tenemos más solidez defensiva”.

A esa “solidez defensiva” apelará el equipo para intentar rascar algo en el Bernabéu. Se prevé un partido difícil donde el Real Madrid intentará dominar el partido.

Si el Barça no es capaz de controlar la posesión de balón, sufrirá. El Madrid es más vertical. Y es por ello que Messi ha incidido mucho en la importancia de un jugador: Paulinho.

Llegó de tapado, entre un aluvión de críticas por su procedencia –la Superliga china–, pero el medio brasileño se ha convertido en la gran sorpresa de la temporada: lleva ya seis goles en Liga.

El oportunismo de Paulinho está supliendo la ausencia de Neymar. No marcará tantos goles, pero a cambio aporta solidez al centro del campo.

No es que sea un jugador demasiado fluido en ataque –a veces todavía no sabe donde colocarse– pero es un gran recuperador de balones. Ayuda mucho a Sergio Busquets en el trabajo sucio.

Zidane tiene más argumentos ofensivos

Su presencia puede ser clave en el próximo clásico, donde el Madrid apostará por sus jugones: Isco, Modric, Kroos, Cristiano y Benzema. Con dos armas letales en el banquillo: Asensio y Bale.

El Barça vivirá de Messi y Luis Suárez en ataque. De Iniesta, pese a que a veces titubea físicamente, de las entradas por banda izquierda de Jordi Alba, y de lo que haga Paulinho.

Los principales temores del cuadro catalán están en la defensa: Thomas Vermaelen hace tiempo que no juega un partido tan exigente y Sergi Roberto sufre horrores para defender a jugadores veloces. Pero todo indica que Mascherano y Semedo se quedarán en el banquillo.

Las cartas de la partida están sobre el tapete. Valverde y Zidane saben a qué quieren jugar, pero las urgencias del Madrid los hace especialmente peligrosos.