Messi estalla en la Supercopa contra el Real Madrid (y corta cabezas en el Barça)

El argentino clama contra su club

La Supercopa de España ha dejado al FC Barcelona muy tocado. Los títulos veraniegos pueden olvidarse a lo largo de la temporada, pero cuando el eterno rival te endosa cinco goles en dos partidos, hay un problema.

El argentino se pasó el partido en el Santiago Bernabéu entre reproches. Al árbitro, y a sus compañeros, pero el final del partido sirvió para que el diez dictara sentencia. Y no se salva nadie.

Los altos cargos

La directiva azulgrana es la primera culpable, y tendrá que cerrar fichajes muy rápidamente para que la afición no se le eche encima. El hueco dejado por Neymar ha demostrado ser insustituible, y Pep Segura, Robert Fernández y Josep María Bartomeu tendrán que reaccionar rápido.

Los fichajes realizados este verano están siendo un completo fracaso hasta el momento. Paulinho no termina de convencer al vestuario, Gerard Deulofeu quedó señalado en el Camp Nou y Nelson Semedo ha mostrado no ser ni una opción para Ernesto Valverde.

El técnico azulgrana no se libra de las críticas. El extremeño escogió un momento muy sensible para experimentar con su sistema.El 3-5-2 propuesto por Valverde desnortó a sus jugadores. Futbolistas normalmente fiables como Sergio Busquets y Samuel Umtiti se desdibujaron ante los espacios dejados por los laterales.

Los apoyos que no llegan

Fue, en definitiva, un partido muy gris a nivel coral en el Barça. Ni siquiera Luis Suárez, normalmente un asesino del área, demostró su mordiente habitual. Además acabó el partido con claras molestias. Nadie se salvó, pero nadie demostró ser tan intrascendente como André Gomes.

La frustración de Messi es la de toda la afición. El Barça y el argentino han entrado en un bucle de negatividad. El remate que nunca falla Messi ayer se fue al larguero. Hasta Ter Stegen queda en entredicho por su maravillosa estatua al tiro de Marco Asensio.

El Barça necesita una revolución y la necesita de inmediato. Messi es consciente de que tendrá que administrar sus esfuerzos en año de Mundial, y con una plantilla que no le acompañe tendrá difícil recuperar su ansiado Balón de Oro.