Messi destroza al Barça: Cristiano Ronaldo, Zidane, Real Madrid y más cosas

El astro argentino está muy indignado

Cabreo sideral. Es lo que tiene Leo Messi con mucha gente. La mayoría, del FC Barcelona.

El astro argentino ha vivido con rabia el éxito de Cristiano Ronaldo en la Champions una vez más. Pero no puede cargar contra el crack portugués, sino contra los suyos.

Messi está dolido porque una vez más, el club no le ha dado lo que quería. Y el principal culpable de todo es Josep María Bartomeu.

Costó mucho cerrar la renovación de Leo Messi. El Barça sudó tinta para conseguirlo. El crack puso muchas condiciones.

La más importante era que le fabricasen un equipo muy competitivo. Que la diferencia de plantilla azulgrana con la del Real Madrid era demasiado grande.

Bartomeu se comprometió a ello y firmó dos fichajes millonarios para compensar la marcha de Neymar: Dembelé (145 millones) y Coutinho (160).

El uno, que no fue petición de Messi no funcionó. Es más, el crack de Rosario alucinó al verlo entrenar y comprobar que se había gastado una millonada en un delantero que estaba a años luz de Neymar. Le parecía una broma de mal gusto.

La ‘Messidependencia’ sigue intacta

Ello motivó que Messi reculase. El argentino puso la marcha atrás y se plantó: o llegaba otro crack en invierno o se negaba a renovar.

Y Bartomeu fue a por todas y cerró el fichaje de Coutinho, que en este caso sí era petición de Messi, asesorado por Luis Suárez y el propio Neymar.

Pero las cosas no han cambiado. El Barça sigue sin ser un equipo ganador, anclado en la Messidependencia. Y su presidente no consigue contentarle.

Mientras el Madrid está acertando a menudo con sus fichajes, al Barça le salen muy pocos buenos: ni Arda, ni Aleix, ni André Gomes, ni Alcácer, ni Digne, ni Deulofeu, ni Dembelé...

Y el que se supone que realmente puede marcar las diferencias –aún está por demostrar–, Coutinho, llega en enero y no puede jugar la Champions.

Mientras Bartomeu fracasa, Florentino Pérez hace bueno a un técnico mediocre como Zinedine Zidane y lo rodea de una plantilla repleta de cracks que escudan perfectamente a Cristiano.