Messi destroza a Cristiano Ronaldo con un jugador del Real Madrid en el clásico

El crack del Barça destapa las vergüenzas del conjunto de Zidane

Lionel Messi volvió a escena. Después de encadenar dos partidos sin gol frente a la Juventus que supusieron la eliminación en la Champions, solo quedaba quitarse la espina en el Bernabéu.

El Barça estuvo a punto de quedarse sin Liga. Un gol de James Rodríguez a consecuencia de un error en el marcaje de Gerard Piqué hacía presagiar lo peor. Entonces apareció él.

Messi, amo y señor del choque, marcó un gol antológico en el tiempo de prolongación. El tanto 500 con la camiseta del Barça para meter a los azulgrana de nuevo en la pomada (2-3).

El astro argentino mandó varios avisos a Keylor Navas antes de firmar una nueva obra de arte (’33) que servía para igualar el marcador tras el gol inicial de Casemiro (’28). Una finta imposible que rompió la estructura de tres defensas blancos, inservibles ante la velocidad del ’10’.

En el segundo tiempo fue Rakitic, que no paraba de perder balones, quién decidió chutar en lugar de pasar para perforar la red blanca (’73).

La expulsión por roja directa de Sergio Ramos (’77) dejaba vendidos a los de Zidane. Pero el gol de James cayó como un jarro de agua fría. Solo Messi podía evaporarla.

Y lo hizo el día decisivo. Para callar la boca a Cristiano Ronaldo y a todos los que ya le querían quitar el Balón de Oro. Será muy difícil que lo gane, pero al menos demostró a todo el mundo que LM10 sigue siendo mucho mejor jugador que CR7.

El crack de Rosario se reivindicó con una celebración escandalosa, quitándose la camiseta y enseñando su nombre a todo el Bernabéu. Vio la amarilla, pero se quedó muy a gusto. Habían muchas rencillas pendientes en esa celebración en la capital española, con Hacienda y la justicia como trasfondo.

Asensio jubiló a Cristiano

El clásico sirvió también para confirmar un secreto a voces que el propio Messi viene comentando con sus compañeros de vestuario desde hace días: el verdadero peligro del Madrid.

Ha nacido una estrella en el Bernabéu que se llama Marco Asensio. El futbolista mallorquín fue el jugador más desequilibrante del Madrid en cuanto entró al campo por el lesionado Gareth Bale (’39). Cristiano, en cambio, está acabado. 

Sin embargo, la magia de Asensio no fue suficiente. Ter Stegen evitó su gol y Ronaldo, a portería vacía, mandó a las nubes una asistencia brutal del balear. Muy acabado. 

El portugués fue el gran suspenso del choque, totalmente fuera de juego a pesar de los cinco goles que anotó en la eliminatoria contra el Bayern de Múnich. Frente a Messi, salió escaldado. 

Luis Enrique, que no pudo contar con Neymar, apenas movió el banquillo. Tan solo retiró a Paco Alcácer para dar entrada a André Gomes. Ganó control y, por fortuna, salió bien. 

La victoria del Barça, justa y merecida, pudo ser mayor de no ser por las paradas de Keylor y la templanza del árbitro: Casemiro y Marcelo también debieron ser expulsados.

La conclusión es que hay Liga. Y al Madrid se le pone cuesta arriba. Empatados a 75 puntos, el Madrid tiene un partido más por jugar, en el difícil Balaídos. Y tiene la Champions