Luis Enrique señala a los cinco culpables de su salida del Barça (y hay sorpresa con un traidor)
La razón que ha sacado al asturiano del banquillo azulgrana
«Estoy contento porque es lo que he decidido yo», dijo Luis Enrique en su última rueda de prensa, al término de la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Alavés.
Era la respuesta del técnico a la pregunta de si estaba triste porque su etapa en el banquillo azulgrana había llegado a su fin.
El míster ya había anunciado su adiós en febrero, después de la visita del Sporting de Gijón al Camp Nou, en una confesión que pilló a la mayoría por sorpresa en la sala de prensa del estadio culé.
Entonces, el ya ex técnico culé aseguró que la decisión la había tomado él y apeló su decisión al desgaste que produce ocupar un puesto tan comprometido como el de entrenador del Barça.
Pero con su paso por el club finiquitado, otros rumores acerca de su adiós han empezado a surgir en las últimas horas.
Sin apoyos en el vestuario
La decisión de Lucho no ha sido única y exclusivamente suya. Ciertas acciones de algunos jugadores han convencido al preparador de que lo mejor era abandonar el barco después de tres años al mando. O más bien ha sido la falta de actuación por parte de los pesos más pesados.
El hecho de que Leo Messi, Gerard Piqué, Andrés Iniesta, Sergio Busquets y Neymar da Silva no hayan defendido su continuidad ha dejado claro que la confianza de los cracks en Luis Enrique se había agotado.
Problemas del pasado
De hecho, algunos ya pidieron la cabeza del entrenador en enero del 2015, después de la derrota en Anoeta. Entonces desde el club le pidieron paciencia a los jugadores y al de Gijón que diera un pequeño paso atrás en sus ataques de entrenador.
Dos años y medio después la situación se había vuelto insostenible, y los pesos pesados no se han pronunciado en su favor.
Pero el asturiano no solo terminó con la paciencia de los cracks. Rafinha Alcántara, que regresó al Camp Nou de la mano del míster, tampoco ha mostrado ningún deseo de que Lucho se quedara. El jugador se ha sentido engañado por la falta de minutos y oportunidades en estos tres años.
