La guerra fría de Luis Suárez con Valverde se calienta

El uruguayo no comparte las decisiones de su técnico

Luis Suárez sigue sin remontar el vuelo esta temporada. El charrúa ha comenzado con mal pie y su relación con Ernesto Valverde no está ayudando a mejorar la situación. De hecho, empeora a raíz de las últimas informaciones procedentes de los despachos barcelonistas.

Pese a contar con Suárez como único delantero puro en la plantilla –Paco Alcacer ha dejado de ser una opción para el técnico azulgrana- Valverde no le considera imprescindible.

El entrenador extremeño ha ideado un sistema donde la figura predominante es Leo Messi y eso ha alejado al uruguayo del área. Su adaptación al nuevo esquema no se ha producido y se traduce en una alarmante falta de gol a estas alturas del calendario.

Por ello, realizó una petición a la dirección deportiva culé que ha vuelto a reafirmar durante el parón de selecciones. Quiere incorporar a un delantero con mayor movilidad que Suárez que pueda hacerle la competencia. Un gesto que no gusta nada al nueve culé.

Un recambio de garantías

El futbolista que más gusta tanto al Txingurri como a la directiva del Barça es Antoine Griezmann, y en él piensan centrar todos sus esfuerzos. El jugador francés del Atlético de Madrid es el gran objetivo.

Griezmann estaba dispuesto a dejar la disciplina de Simeone este mismo verano, y tonteó abiertamente con la posibilidad de salir al Manchester United. La sanción FIFA impuesta al Atlético, no obstante, provocó que el club llegara a un acuerdo con él.

Por fidelidad a la institución, Griezmann pactó una subida de sueldo y también de su clausula de rescisión momentáneamente. De 100 millones de euros pasó a los 200. Ahora vuelve a bajar a los 100 kilos, una cantidad muy asumible dados los precios del mercado por un futbolista que se ha convertido en líder del Wanda Metropolitano.

Su llegada será un soplo de aire fresco a la delantera, pero supondrá un problema con Suárez. El francés y el uruguayo difícilmente pueden convivir junto a Messi y Dembelé. Valverde recrudece su guerra con el ariete culé.