La cláusula secreta de Messi en el Barça que deja vendido a Valverde

Confidencial. El acuerdo que Leo Messi firmó este sábado junto a Josep María Bartomeu para terminar su carrera deportiva en el FC Barcelona esconde algunos entresijos secretos.

Las cifras que se han filtrado simplemente exponen la duración del acuerdo –hasta el 30 de junio de 2021– y la nueva cláusula de rescisión: 700 millones de euros.

Sin embargo, hay muchos detalles ocultos en ese extenso contrato. Por ejemplo, la prima de renovación tasada en 100 millones de euros (a pagar durante los cuatro años).

O también el salario en escala gradual ascendente. Con los variables por títulos incluidos, el sueldo de Messi puede llegar a los 60 millones de euros brutos, según ha sabido Diario Gol.

De entrada, el mínimo fijo garantizado son unos 40 millones de euros brutos. Una cifra que ya podía alcanzar con el contrato anterior, pero sumando los variables.

Pero además de los aspectos de corte económico, también hay incidencia en materia deportiva. Messi se ha reservado el derecho a tener voz y voto en materia de fichajes.

Ello implica, a su vez, el deber del Barça a informar a Messi antes de acometer algunas operaciones para reforzar el equipo. Las importantes.

Se trata de una situación que ya se daba de forma habitual en los últimos años a nivel verbal, pero que no figuraba por escrito. A partir de ahora, Messi será aún más tenido en cuenta.

Un ejemplo de que el rosarino ya intervenía de algún modo en los fichajes es que hizo de intermediario en el fichaje de Paulinho. También intermedió en su día por Arda Turan y Luis Suárez, su mejor amigo en el vestuario.

Suárez sí, Griezmann no

Precisamente otra de las claves de tener este derecho de voz y voto implica defender a sus más allegados. Messi no quiere que el club fiche a un relevo para Suárez.

No ve a un jugador como Griezmann porque no cree que sea necesario. Sería competencia directa para Suárez pero, estando Dembelé, no sería un encaje fácil.

Messi defenderá a Luis Suárez porque ya se ha resignado a la marcha de Mascherano, que termina contrato en 2019 pero podría dejar el club el próximo verano.

Ernesto Valverde se tendrá que adaptar a las pretensiones de su crack. Aunque no parece un problema porque cada vez queda más demostrado que se lleva bien con Messi.