La bronca de Messi que nadie vio (y tres cracks del Barça sujetándolo)

El choque entre pericos y culés terminó en pelea en el túnel de vestuarios

Volvió el derbi. Después de varios años con partidos entre FC Barcelona y Espanyol descafeinados, los tres choques de las últimas dos semanas han devuelto la tensión a un enfrentamiento ciudadano que hace tiempo incluso dejó de tener interés para muchos aficionados.

Lejos habían quedado los tiempos en los que saltaban chispas cuando los dos conjuntos catalanes coincidían sobre el terreno de juego.

Tan aguado estaba el derbi en las últimas temporadas que los dos de la Copa del Rey y el de Liga disputado este domingo recogieron todas las polémicas que no se vieron hasta ahora.

Piqué y Busquets lanzan la primera piedra

El ambiente ya estaba caldeado, después del desenlace de los cuartos de la Copa y de las declaraciones de Gerard Piqué y Sergio Busquets, cuando dijeron aquello de “Espanyol de Cornellà” y de que en la ida los pericos “estaban celebrando la victoria como si hubieran pasado”, respectivamente.

Pero lo ocurrido sobre el encharcado terreno de juego y bajo la lluvia terminó de incendiar el encuentro.

Messi se mete en un lío

Primero se las tuvieron Leo Messi y Víctor Sánchez. El capitán perico paró con una falta por detrás a Leo cuando el argentino intentaba avanzar hacia la portería. El colegiado pitó falta, pero se ahorró la tarjeta, y Messi no dudó en protestarle. Sánchez reaccionó poniendo la mano en la boca de Leo para hacerlo callar.

Leo Messi sanchez latpdp

Todo ello mientras en la otra punta del campo se las tenían Sergio García y Samuel Umtiti. Se dice que el ex barcelonista llamó “negro” al central culé, acompañado de alguna otra palabra, lo que hizo entrar en cólera al defensa camerunés.

Umtiti Sergio derbi

Tanto es así que Samuel no dudó en ir a por García en el túnel de vestuarios al final del partido. Y no fue la única pelea. Leo también quiso poner las cosas claras con Víctor y también fue a buscarlo una vez terminado el encuentro, lo que obligó a Busquets, Suárez y Alba a intervenir para que el asunto no se fuera de madre.

El propio árbitro, el colegiado Gil Manzano, registró los hechos en el acta arbitral, aunque no dio nombres: «Al finalizar el encuentro cuando entramos en el túnel de vestuarios, nos encontramos con un tumulto de jugadores oficiales y personal de ambos clubes, discutiendo entre ellos sin observar ningún tipo de agresión».