Jordi Cardoner se afianza como ‘delfín’ de Bartomeu y hombre fuerte de la junta del Barça

Los problemas de Vilarrubí, salpicado por el 'caso Pujol', ponen en bandeja el ascenso al nieto de Nicolau Casaus

Los últimos avatares judiciales de Carles Vilarrubí han tenido su lado positivo para otros compañeros de la junta directiva: se afianza el papel de Jordi Cardoner como el delfín del presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu. Cardoner es el vicepresidente primero del club, pero hasta ahora tenía a personalidades de peso dentro de la junta que le hacían sombra, entre otros Vilarrubí y la vicepresidenta y responsable del área económica, Susana Monje.

Fuentes cercanas a la junta directiva señalan a Gol que Cardoner, responsable del área social y la Fundación, ha ganado enteros y «se está haciendo respetar. Es amigo de Bartomeu y no le traicionará, pero todos saben que aspira a ir a más y que es un candidato en potencia a la presidencia». No es para menos: ambos habían sido compañeros de clase en el colegio Aula.

En familia

En el curriculum de Cardoner pesa su ascendencia: es nieto de Nicolau Casaus, una figura histórica del club. Su abuelo le apuntó tempranamente como socio del Barça (tenía dos días de vida en julio de 1962) y de ahí que pueda presumir de tener el número 5.367. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona (UB) y executive master MBA por EADA, es consejero delegado de Kids School, una empresa especializada en la enseñanza de inglés para niños. Además, es consejero delegado de la empresa Joela, consejero de Soluciones Reunidas (Depisa), de Automatic Company (en la que participa a través de Passeig Sant Gervasi, SL), de Grup Sisquella y de Cardoner Consulting. Al mismo tiempo, es presidente de la Fundación Social del Hospital de Mollet.

Joela es la empresa familiar de los Cardoner, que en 2006 absorbió a la inmobiliaria Nonicard, donde también tenía intereses la familia. El vicepresidente primero había coincidido con el presidente Bartomeu en el consejo de la empresa Iniciativas Comas, en la que coincidieron con Ramon Arasa, un activo agente de futbolistas. Cardoner y Bartomeu fueron nombrados liquidadores de la compañía en 2007, justamente antes de pincharse la burbuja inmobiliaria. Precisamente una de las directivas de Iniciativas Comas, Iciar Montoliu, es administradora única de Kids School. Iciar es, además, esposa de Cardoner y le ha acompañado en casi todas sus aventuras empresariales.

Negocio fallido

Hace pocas semanas, Cardoner cesó como consejero de Storopak España y de Storopak Reichenecker Holding Limited, dos compañías del sector del embalaje. Hace un año, dejó también el consejo de Styralia. Hasta mediados de 2012, había sido administrador solidario de Vilagolf, una sociedad familiar que había comprado unos terrenos en Viladecans para construir allí un campo de golf. Para esa aventura, la familia Cardoner se alió con el ex alcalde de Barcelona José María de Porcioles y con Rafael González-Adrio, que había sido responsable de los servicios médicos del Barça. Todos ellos constituyeron la empresa Golf de Viladecans, una firma en la que luego entrarían el empresario gallego José Luis Díaz Varela por medio de Indukern, y el dueño de Casinos de Cataluña, Artur Suqué, entre otros.

Golf de Viladecans compró, a finales de la décadas de los 80, unas 30 hectáreas de terrenos afectados por la Xarxa Natura 2000 y por la ampliación del aeropuerto del Prat. En 2008, el Barça compró los terrenos por 18,5 millones de euros (habían costado 1,5 millones), pero una auditoría externa rebajó su valor a sólo 5,5 millones. Teóricamente, el club pretendía construir en esas tierras la Ciutat del Soci, con una inversión de 70 millones. El negocio, sin embargo, estuvo en las comisiones por la venta de los terrenos, operación en la que intervino el ex consejero de Economía, Macià Alavedra, amigo de Díaz Varela: los intermediarios se llevaron 3 millones de comisiones. Un tiempo después, Alavedra acabó siendo detenido como implicado en la Operación Pretoria, juntamente con Lluís Prenafeta y el alcalde de Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz.