Griezmann y la enganchada con Messi y Luis Suárez (o el Barça calla. Pero la cosa es fea. Muy fea)

La llegada del galo puede generar un problema muy gordo en el equipo culé

El fichaje de Antoine Griezmann por el FC Barcelona es uno de los asuntos que más páginas está llenando en la prensa en las últimas semanas.

Las informaciones consultadas apuntan que el jugador tiene un preacuerdo con el club catalán desde hace tiempo, con el que habría pactado fichar a partir del próximo 1 de julio, cuando se abra el mercado estival y cuando la cláusula del delantero descienda hasta los 100 millones de euros.

Antoine Griezmann tiene un acuerdo cerrado con el Barça (a la espera de Messi) | EFE

Discrepancias en el fichaje de Griezmann

Su contratación es uno de los objetivos prioritarios de los responsables culés, mientras que su llegada es una de las que más ilusiona al barcelonismo. Pero no todos ven su llegada con los mismos buenos ojos. Algunos pesos pesados del equipo de Ernesto Valverde están con la mosca tras la oreja con su incorporación y más en concreto con el sueldo que percibirá el galo.

Griezmann quiere ser el segundo jugador mejor pagado de la plantilla, solo por detrás de Leo Messi. Pero los mandatarios ven inviable su petición. No quieren desequilibrar el sistema salarial de la plantilla. Colocar a Griezmann en el segundo escalón salarial puede provocar un incendio en el vestuario. Por eso buscan otras fórmulas que contenten a todas las partes y parece que la han encontrado.

La oferta a Antoine ascenderá hasta los 15 millones de euros más cinco en variables. Es decir, su ficha estará por detrás de las de Leo Messi, Luis Suárez y Sergio Busquets.

El fichaje de Griezmann que hace estallar a los cracks

Sin embargo, para compensar la diferencia que reclama el francés, los dirigentes incluirán una prima de fichaje  que por el momento no se sabe hasta donde alcanza. Lo que sí es casi seguro es que intentarán cubrir al máximo las peticiones del delantero del Atlético de Madrid.

Pero los cracks no son tontos. De ahí que en las últimas semanas cracks como Busquets hayan picado a la puerta de los responsables y le haya seguido Jordi Alba. Y ojo a Luis Suárez, que lleva un mosqueo de tres pares de narices. El uruguayo, que cuenta con todo el apoyo de Leo Messi, no dudará en acudir a los despachos a pedir lo suyo si finalmente ceden a las peticiones del galo.