“Está de fiesta en fiesta”. ¡Y va del Barça de Messi! Florentino Pérez suelta la bomba

Con la gran mayoría de cracks del Barça y del Madrid con sus selecciones, la actividad en los despachos del Camp Nou y del Santiago Bernabéu ha aumentado. En especial en la del campo del conjunto catalán.

Y es que no son pocos los que, al menos desde dentro, insinúan que podría darse un bombazo de cara al mercado de invierno o, sino, ya en verano. Un bombazo llamado Neymar.

Sí, por mucho que más de un aficionado y más de un peso pesado acabara harto el verano pasado viendo como el club y el jugador intentaron convencer al PSG para que facilitara su salida sin éxito, en el Camp Nou siguen teniendo su nombre encima de la mesa.

Florentino Pérez suelta la bomba

Leo Messi, Piqué y el resto de ‘vacas sagradas’ ya han dejado claro en más de una ocasión que estarían encantados con que el carioca llegara. Incluso ahora en invierno aunque no pudiera jugar la Champions League.

Pero también son varios miembros en la directiva que, como ocurrió en verano, se muestra reacios a la vuelta de carioca. Por varios motivos. El primero, sin duda, por el alto precio que tendrían que pagar. Por mucho que el Barça colocara a algún jugador (Dembélé, Rakitic, Umtiti…) en la operación, Nasser Al-Khelaïfi exprimiría todo lo posible al conjunto catalán.

Sin embargo, es el segundo motivo, del que también está al tanto Florentino Pérez, el que más frena a muchos. Y es que, como apuntan muchos en París, Neymar “Está de fiesta en fiesta”. De hecho, hace apenas unos días viajó de nuevo a la ciudad condal para disfrutar de la noche barcelonesa junto a su gran amigo Arthur.

Que el delantero siempre ha tenido una intensa vida social no es algo que precisamente desconozcan en Barcelona. Cuando era culé el club ya vio cómo era su estilo de vida. De ahí que muchos no vean su vuelta como una garantía de éxito.

Su nivel futbolístico ha bajado mucho, ha ido encadenando lesiones, la noche sigue siendo una gran compañera de viaje y encima costaría demasiados millones. Pocos argumentos en positivo quedan ya para justificar que siga en la agenda culé.