Escándalo Dembélé: las noches locas que el Barça calla (y Messi también)

La adaptación del francés al Barça ha sido deficiente y su futuro pende de un hilo, aunque el club y los pesos pesados guardan silencio al respecto

El Barça ha vivido dos grandes debacles este año. Una fue la humillante eliminación vivida en el Olímpico de Roma a manos del equipo dirigido por Eusebio Di Francesco. Otra es la marcha de Neymar y la confirmación de que su sustituto inmediato no ha sido un acierto.

Ousmane Dembelé aterrizó en el Camp Nou previo pago de 145 millones de euros y forzando a su club poniéndose en rebeldía. La presión y el compromiso parecían ir al mismo nivel, pero uno ha vencido al otro claramente.

La rebelión de Dembelé que se entendió como un claro gesto de pasión por el proyecto azulgrana ha terminado mutando en una muestra de su carácter que no gusta en Can Barça.

El precio pagado por él se ha erigido por encima de cualquier buena impresión en el campo para condenarle. Dembelé no ha mostrado su valía y, además, ha desistido en cerrar bocas a sus detractores abandonándose a la noche catalana y aceptando su suplencia.

Ousmane dembele malaga

El Barça trata de taparlo, pero no puede cerrar todas las vías de agua por las que se hunde el barco de Ousmane. Han pedido cerrar filas y por eso todavía hay gestos de conciliación de los pesos pesados culés. La realidad, no obstante, es que tampoco Messi o Suárez ven con buenos ojos su continuidad.

Cada vez más voces se suman a la noticia adelantada por Diario Gol. Dembelé y el club barajan que salga cedido el año que viene porque su venta sería asumir el fracaso, pero debe probar suerte fuera del Camp Nou.

Alejarle de Barcelona, además de reducir la presión sobre su figura, puede ayudarle a alejarle del ocio nocturno al que tanto gusto se ha entregado. Además de sus malos hábitos alimenticios, publicados por el diario alemán Bild, el francés también ha adquirido malas costumbres que ya marcaron los pasos de Ronaldinho, Romario o Neymar.

Controlar la vida de una joven estrella de 20 años es difícil, y en el Barça se piensa que al galo le puede ir mejor fuera del foco que supone compartir vestuario con Messi. Dembelé debe empezar a vivir sus noches locas dentro del campo.